La afroamericana Simone Biles debutó en los Juegos Olímpicos pisando fuerte. Su destreza, precisión y picardía han hecho que sea la preferida de jueces como de espectadores desde ahora, cuando ha conseguido dos oros de los cinco que puede llegar a ganar.
¿Qué hace a Simone Biles una gimnasta única en la historia?
La atleta era considerada como la mejor gimnasta de la historia incluso antes de su debut olímpico en Río. Hay razones de peso que demuestran por qué se ha ganado este 'título'.
Una promesa temprana
Pero esta joven de 19 años y apenas 1.45 metros de altura no es simplemente la favorita de Río: es única en la historia del deporte. Para entenderlo hay que remontarse a sus inicios, pues antes de su estreno en los Olímpicos de 2016 ya había marcado el comienzo de una excepcional carrera como gimnasta.
En los Juegos de Londres 2012 era demasiado joven para clasificar, pero desde su debut internacional en 2013 –luego de probar que era la mejor en el país– ha dominado el deporte como ninguna otra gimnasta. Biles ha sido campeona mundial por tres años consecutivos y además tiene el récord de mayor número de medallas –14 y de ellas, 10 de oro– que una estadounidense haya conseguido.
Sus puntajes en competencia suelen ser muy superiores a los de sus rivales y esto lo consigue con rutinas impresionantes donde destacan las habilidades que han descrestado al público y que la definen como una atleta con potencia en los giros y precisión en las caídas.
Durante la prueba individual olímpica de 'all around' del jueves, Simone conquistó el oro con un amplio margen de 2.100 para una puntuación total de 62.198. Pocas gimnastas logran sobrepasar los 60, como fue el caso de su compañera de equipo Aly Raisman, quien se llevó la medalla de plata con 60.098 puntos.
Tiene un movimiento propio: el 'Biles'
Una de las destrezas que personaliza sus rutinas es la innovación. En uno de sus intentos por aumentar la dificultad de sus ejercicios para mejorar su puntaje, ejecutó un movimiento propio que desde entonces lleva su nombre y pocas gimnastas pueden lograr: el 'Bailes'.
Se trata de un doble salto mortal en plancha (con el cuerpo extendido) que termina con medio giro y un aterrizaje a ciegas, que por lo general realiza al final de dos piruetas de su rutina de piso.
La primera vez que Simone lo hizo fue en su debut internacional en el Mundial de Gimnasia Artística de Amberes (Bélgica) en 2013 y desde ahí lo sigue exhibiendo como su firma personal.
Es buena (y superior) no solo en una especialidad
Los ejercicios de piso son su fuerte y en donde mejor muestra su superioridad, pero no son lo único en lo que destaca. Generalmente cada gimnasta tiene una especialidad (piso, barras asimétricas, salto de caballo o caballete y barras de equilibrio), ésa en la que se considera que es 'invencible'.
Biles a falta de uno, tiene dos. Sus saltos de caballete ('vault' en inglés) también sobresalen y la han hecho campeona mundial durante los últimos tres años. Pero además, en las barras su talento es innegable y se espera que sea este aparato con el que logre el oro este lunes.
Su fuerza mental
Simone Biles ha demostrado que es fuerte física y mentalmente. Al ver sus presentaciones no hay mucho más que explicar.
Ella ha dicho que los ejercicios se repiten tantas veces durante los entrenamientos que cuando llega a la competencia "es casi como un entrenamiento más". Solo que no lo es. Allí están bajo la presión de los jueces y el público, algo que le suma dificultad. Y aún así, los comentaristas y periodistas deportivos han destacado que es tal la tranquilidad con la que hace sus rutinas, que incluso parece que fueran fáciles.
Y al final, remata sus presentaciones con una gran sonrisa, que como sus ejercicios brillan de lejos.
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