El 24 de julio de 2020 arrancarán los Juegos Olímpicos de Tokio y, con ello, el regreso de la magna justa deportiva de verano a territorio asiático.
De 1940 a 2020: las tres caras de Tokio en torno a los Juegos Olímpicos
A dos años del inicio de los próximos Juegos Olímpicos, recordamos la trayectoria de Tokio como sede y lo que se espera para la edición de 2020.
Tokio fue la primera ciudad del continente asiático que albergó la justa, 68 años después de la reaparición de la tradición de la antigua Grecia. En aquella ocasión, Japón mostró al mundo los resultados de su reconstrucción a menos de dos décadas de su derrota en la Segunda Guerra Mundial, marcada por la explosión de dos bombas atómicas en su territorio.
De hecho, el velocista Yoshiniri Sakai, nacido el 6 de agosto en Hiroshima, justo el día del despliegue de la primera bomba atómica, fue el encargado de encender el pebetero olímpico.
Pero la llegada de los Olímpicos a Asia pudo ocurrir mucho antes. Tokio había ganado el derecho de organizar los Olímpicos para 1940, sin embargo, renunciaron a esos Juegos tres años antes por la Guerra chino-japonesa y después se cancelaron de manera definitiva por la Segunda Guerra Mundial.
Tokio volvió a aplicar para organizar los Juegos de 1960, sede que ganó Roma, en parte por las dudas que había sobre Japón para albergarlos tras la devastación sufrida por el conflicto armado.
Trece años después de la rendición ante los Aliados, en 1964, ganaron el derecho a ser la primera sede olímpica en el hemisferio nororiental.
A 54 años de distancia de los primeros y a 731 días del arranque de los siguientes Juegos, la realidad de Japón es totalmente opuesta. Hoy es una de las mayores potencias mundiales económicas y tecnológicas, con la organización comprobada de otros eventos deportivos internacionales exitosos como el Campeonato Mundial de fútbol de 2002, el de atletismo de 1991, de natación en 2001 y dos ediciones de los Juegos Asiáticos (Tokio 1958 e Hiroshima 1994). entre otros.
La visión de los organizadores de la justa se reparte en tres conceptos principales: lograr marcas personales para sus deportistas, unidad en la diversidad y conectar con el mañana, es decir: excelencia deportiva, inclusión y desarrollo tecnológico.
El Estadio Nacional de Tokio es reconstruido para ser la sede de las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos, tal como lo fue en 1964.
El 2 de mayo pasado fueron aprobadas las 43 sedes de competencia para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, que incluyen a 25 ya existentes, 10 temporales y ocho más que son nuevas y permanentes. Habrá partidos de fútbol y béisbol -deporte que regresa al programa olímpico- en las prefecturas de Ibaraki, Miyagi y Fukushima.
Además, el programa olímpico incluye a cuatro nuevas disciplinas -escalada, karate, surf y skatebording- y el regreso del béisbol y el softbol, ausente en las últimas dos ediciones.
De perder sus primeros Juegos a causa de la guerra, ocho décadas después Tokio tendrá la edición más grande de la historia.