El estadounidense Ryan Crouser, plusmarquista mundial, revalidó su título olímpico de lanzamiento de peso con un tiro de 23,30 metros que puso colofón a la mejor final de la historia, con las tres medallas por encima de los 22 metros.
Estadounidense Crouser rompe tres veces récord olímpico en Tokyo 2020
La Final en lanzamiento de bala arrojó por primera vez en la historia olímpica un podio repetido.
Como en Río 2016, Crouser relegó al segundo puesto a su compañero de equipo Joe Kovacs, que lanzó 22,65 metros, y el bronce fue para el australiano Tomas Walsh con 22,47, es decir, exactamente el podio de Río 2016 por lo que, por primera vez en la historia, un podio se repitió en una competición individual de unos Juegos Olímpicos.
La final de los Mundiales de Doha 2019 ya vivió otro duelo espectacular entre Crouser y Joe Kovacs, que terminó ganando éste último por un solo centímetro, con 22,91.
Desde entonces Crouser se ha adueñado de la disciplina hasta el punto de llevar, este mismo año, el récord del mundo hasta los 23,37 metros en los campeonatos estadounidenses de Eugene.
Ahora volvían a enfrentarse, pero el equilibrio se había roto a favor de Crouser, que abrió concurso batiendo su propio récord olímpico con 22,83 (tenía 22,52 de Río). La réplica de Kovacs, con 22,19, casi condenaba ya a los demás a batirse por el bronce.
Pero los dos mejoraron. Crouser dejó su firma con los 23,30 de la despedida y Kovacs logró su mejor marca en la cuarta ronda, mientras que Walsh también se superó en el último.