El personaje de los Juegos Olímpicos de Invierno Pyeongchang 2018 se llama Germán Madrazo. El representante de México en esquí de fondo le dio la vuelta al mundo con su emotiva celebración tras terminar en último lugar de su disciplina, pero esto no impidió que Madrazo ondeara orgullasamente la bandera tricolor.
Germán Madrazo: el mexicano que aprendió a esquiar a meses de Pyeongchang
El representante de México en los Olímpicos de Invierno quería ser nadador de niño, pero la vida le puso un par de esquís en su camino.
Sin embargo, lo que no muchos saben es que el nacido en el estado de Querétaro se puso un par de esquís por primera vez en su vida en enero de 2017, a sus 43 años, antes de su participación con la delegación mexicana en los Olímpicos de Invierno de 2018.
El sueño de Germán se encontraba muy lejos de los paisajes cubiertos por nieve, ya que en su infancia soñaba con ser nadador olímpico. El joven Germán concursó en varios torneos nacionales e incluso se interesó por los triatlones.

















Pero en Sochi 2014, Madrazo tuvo una revelación: notó que la presencia de sus compatriotas en el esquí de fondo era nula. El mexicano se prometió clasificar a la siguiente edición de los Olímpicos de Invierno sin importar lo que tuviera que hacer para lograrlo.
Con el dinero de la venta de sus bicicletas de competencia y tras pedir prestado un poco más, Germán se aventó al ruedo para competir en el Viejo Contienente, y poco después se iría a Islandia donde aprendería a esquiar.










Las ganas y el sacrificio que representó salir de su zona de confort rindieron frutos para Madrazo un año después, en 2018, al ser elegido como el abanderado de la delegación mexicana para Pyeongchang 2018.
"La moraleja es que nunca hay que dejar de luchar. Nunca es tarde para empezar y que solamente se es viejo cuando se quiere ser viejo". Con estas palabras, Germán Madrazo culminó en último lugar con la cara al sol y su bandera tricolor adornando el pálido paisaje.