Más de 60 mil personas en el Estadio Olímpico Universitario iluminaron la noche con los gritos de "¡México, México!" y "¡Pedraza, Pedraza!" cuando José Pedraza entró a la pista en el tercer lugar de la caminata de 20 kilómetros.
Memoria México 1968: ¿debió ser descalificado el 'Sargento' Pedraza?
La medalla de plata de José 'Sargento' Pedraza es vista como una muestra de épica en México, pero en el exterior, como una descalificación que no se dio.
La primera medalla mexicana en esta modalidad atlética parecía un hecho, nadie estaba siquiera cerca del grupo puntero conformado por dos soviéticos y el mexicano, pero el bronce era poca cosa para el originario de Michoacán de 31 años de edad.
Pedraza emprendió la remontada sobre el tartán. O mejor dicho, la continuó: al iniciar la carrera, aún por la tarde y apenas después del disparo de salida, sufrió un pisotón que le sacó el zapato izquierdo, perdió algunos segundos y prácticamente inició la prueba en el último lugar.
Pero ya en el regreso al estadio, tras unos 19 kilómetros en un circuito sobre Avenida de los Insurgentes, entró tercero detras de Vladimir Gulobnichiy y Nikolay Smaga. Solo los distanciaban 350 metros de la meta, pero Pedraza, que entró unos 20 metros detrás de Smaga, lo rebasó justo antes de entrar a la última curva.
El mexicano literalmente le pisaba los talones al campeón europeo Gulobnichiy, oro de Roma 1960 y bronce en Tokio 1964, cuando faltaban 150 metros para la meta. El público enloqueció. Pero a Pedraza se le acabaron las piernas y una última aceleración del soviético terminó por definir el destino.
El 'Sargento' se quedó a solo tres metros de Gulobnichiy y ganó la primera de las 10 medallas que ha ganado la marcha mexicana. Su rostro de desilusión al cruzar la meta es una imagen icónica del orgullo mexicano, de no querer conformarse.
Pero si bien en México la historia de Pedraza aquella tarde y noche del 14 de octubre de 1968 es vista como una de las más épicas que se recuerde, en el exterior hay dudas sobre la legitimidad del resultado.
"El estilo de Pedraza parecía estar lejos de lo legal, pero se necesitaba a un juez suicida que descalificara al determinado Pedraza cuando el estadio resonaba en gritos de "¡México!" y "¡Pedraza!" Un escándalo internacional se evitó cuando Golubnichiy se alejó un poco en la recta final para ganar por apenas tres metros de yardas", se explica en El libro completo de los Olímpicos de David Wallechinsky y Jaime Loucky.
Es imposible saber si alguno de los jueces, que llegaron a estar a escasos metros de distancia de Pedraza, notaron alguna anomalía en su técnica, pero su medalla fue consumada en el segundo escalón del podio, pero algunos de sus sucesores mexicanos en ediciones posteriores no corrieron con la misma suerte.
En Moscú 1980, el campeón olímpico vigente, Daniel Bautista, fue descalificado en el kilómetro 17 cuando era líder; metros después, los jueces también sacaron de la competencia al local Anatoly Solomin, quien había heredado la punta.
En Seúl 1988, Ernesto Canto, oro en Los Angeles 1984, sufrió una suerte similar y en Sydney 2000, a Bernardo Segura se le mostró la paleta de descalificación después de cruzar la meta en primer lugar, dar la vuelta olímpica y al estar en una conversación telefónica con el presidente Ernesto Zedillo.
Sin embargo, 10 mexicanos han estado en el podio olímpico en pruebas de marcha: nueve hombres y una mujer, Guadalupe González, quien logró la misma medalla en la misma distancia de Pedraza, en el regreso del olimpico a Latinoamérica, en Río 2016.