Raúl González tuvo una de las actuaciones más dominantes jamás vistas por un atleta mexicano en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984.
México en Juegos Olímpicos: Raúl González
Raúl González conquisto dos medallas olímpicas durante Los Angeles 1984.
Nacido en 1952 en Nuevo León, su carrera está definida por su perseverancia y por su innegable amor por el deporte. Desde muy joven demostró una gran pasión por el atletismo, deporte que comenzó a practicar en sus años de universidad en 1969. Tan sólo dos años después, llegó al equipo nacional que en ese entonces era dirigido por el polaco Jerzy Hausleber.
Participó en cuatro ediciones de los Juegos Olímpicos. Debutó en Munich 72, donde terminó en la vigésima posición en la prueba de 50 kilómetros. Cuatro años después, en Montreal 1976, participó en la prueba de 20 kilómetros y tuvo una actuación sobresaliente terminando en la quinta posición.
En Moscu 1980 compitió en sus terceros Juegos Olímpicos, aunque en esta ocasión los resultados no fueron los esperados. En la prueba de 20 kilómetros terminó en la sexta posición, mientras que en los 50 kilómetros no pudo terminar la competencia, quedando eliminado sin un resultado oficial.
Para Raúl González, la cuarta fue la vencida. En Los Angeles 1984 finalmente lograría llegar a lo más alto del podio, y de paso, convertirse en tora una leyenda de la marcha a nivel mundial. Consiguió la medalla de oro en los 50 kilómetros y la plata en 20 kilómetros, llegando sólo por detrás del también mexicano Ernesto Canto.
Raúl González es uno de los deportistas más comprometidos que ha tenido México. En sus propias palabras, y de acuerdo con anotaciones realizadas en su libreta personal, recorrió más de 143,000 kilómetros entre pruebas y entrenamientos.
Llegado el momento, se retiró como atleta, pero decidió mantenerse ligado al deporte de sus amores. Ahora, a 40 años de distancia, Raúl González entrena a las jóvenes promesas de la marcha mexicana, buscando devolverle a México el brillo que llegó a tener en esta disciplina por varias décadas.
Entre sus pupilos, se destacan José Luis Doctor, quien ya aseguró la plaza olímpica para Paris 2024, y Carlos Mercenario, hijo del medallista de plata en Barcelona 92. También sobresale Alejandra Ortega, quien está buscando una plaza olímpica, ya que, por un error en la organización de los Juegos Panamericanos, el tiempo que consiguió en dicha prueba fue anulado.
Raúl González es una de las más grandes glorias del deporte mexicano. Como atleta y como entrenador, su legado es imborrable y siempre será recordado como uno de los pilares de la marcha en nuestro país.