Se disputaban los Octavos de Final entre la rumana y su rival, la estadounidense Kennedy Alexis Blades, cuando la primera sufrió un terrible golpe que la obligó a abandonar la pelea.
La escena tuvo lugar durante el combate de la categoría de -76 kg que se disputaba con normalidad, cuando la luchadora estadounidense realizó una maniobra en la que tiró a su contrincante de espaldas al tapiz.
Axente, doble ganadora de la presea de bronce en los campeonatos europeos, tuvo la mala fortuna de caer sobre su cuello, motivo por el que se quedó inmovilizada en el suelo durante varios segundos.
Tras unos momentos de verdadera angustia, y ante la atenta y preocupada mirada de la luchadora estadounidense, la tensión bajó cuando la rumana comenzó a mover las piernas.
El árbitro, como era de esperarse, detuvo la pelea para comprobar el estado de Axente y pidió la asistencia los médicos presentes en el recinto, quien tras revisar a la rumana decidieron inmovilizarle el cuello con un collarín y la sacaron del recinto en camilla ante la ovación de todos los presentes.
