La competencia de clavados sincronizados en la rama femenil metros se convirtió en uno de los eventos más comentados y publicitados alrededor del mundo. ¿La razón? El agua era de color verde.
Alberca verde les roba protagonismo a los clavados sincronizados femeniles
Aunque no hubo quejas por parte de los deportistas, el color del agua llamó la atención de todos los asistentes.
La apariencia era extraña, sobre todo si se contrastaba con el azul estándar de la piscina continua, donde se disputa el polo acuático.
La alberca del estadio acuático Maria Lenk no olía mal. Tampoco irritó los ojos de los deportistas. Incluso, varios de ellos aseguraron que, aunque curioso, el color del agua no influyó en la competencia ni afectó su desempeño. La imagen, sin embargo, le dio la vuelta al mundo.
El cambio de tonalidad se dio de un día para otro y, según dijo Mario Andrada, director de comunicación del comité Río 2016, se dio a causa de una mezcla de algas y de la cantidad de sol a la que estuvo expuesta la piscina. "La tonalidad vino de algas bajo un sol intenso y cero viento", explicó Andrada en un comunicado, en el que añadió que "no se encontró riesgo para la salud de los atletas".
En actividad de la competencia, la china Chen Ruolin sumó su tercer oro en esta prueba, que ganó con 15 años en Pekín 2008 y con 19 años en Londres 2012. Ahora con 23, subió a lo más alto del podio junto a la debutante Liu Huxia.
"No nos afectó de ninguna manera", dijo la campeona Chen.
La prueba masculina se realizó un día previo sin que hubiera afectaciones en las condiciones del agua. El británico Tom Daley, medallista de bronce, publicó en Twitter una foto mostrando el contraste con la leyenda: "Emmm... ¿qué pasó?".