América vuela alto con su pase a semifinales en el Mundial de Clubes

América dejó atrás sus propios demonios y se sobrepuso a una desventaja para imponerse 2-1 contra el Jeonbuk Hyundai Motors en el Mundial de Clubes, con lo que empieza a soñar con volar alto.

El partido no tuvo una gran acogida de parte del público local, que de a poco empieza a vivir el ambiente del Mundial de Clubes.

América tuvo el respaldo de fanáticos que aprovecharon la hermandad de dos hermanos de videojuegos japoneses para demostrar que en eso consiste el fútbol.

De igual forma, los americanistas enviaron un mensaje de solidaridad a los hermanos del pueblo de Chapecó que perdieron a los héroes de su equipo en un accidente aéreo, tragedia que le dio la vuelta al mundo.

Jeonbuk Hyundai Motors tuvo la iniciativa en el comienzo del partido que se ha convertido en un duro trazo para los representantes de Concacaf.

La velocidad de los asiáticos sorprendió a los mexicanos, que solo con juego fuerte pudieron detener a los coreanos.

La impotencia ante la movilidad de los coreanos llevó incluso a que al minuto 15, Paolo Goltz viera la tarjeta amarilla. La situación parecía difícil para los mexicanos.

Al minuto 23, Kim Bo-Kyung puso a celebrar a Jeonbuk con un zurdazo desde el centro del área por el lado derecho de la portería, gracias a una asistencia de Park Won-Jae.

El gol fue un desahogo luego de que el equipo coreano, en su única participación hasta ahora, perdiera con América hace 10 años.

La alegría del Jeonbuk no era en vano, pues no era favorito y el marcador lo ponía en una gran situación.

Aunque América tenía más posesión de balón en el juego, la presión de los asiáticos la hacía parecer insuficiente.

Al final del primer tiempo, los coreanos se fueron con la tranquilidad de la ventaja que les daba una revancha. Con un juego organizado paralizaron al equipo mexicano.

Al técnico Ricardo La Volpe le costó descifrar la propuesta del Jeonbuk y desde su estrategia no supo cómo generar opciones claras de gol en la primera parte.

La entrada del ecuatoriano Michael Arroyo le dio más dinámica al equipo y al minuto 58, tras un centro por la izquierda, el goleador Silvio Romero cabeceó y puso el empate 1-1.

Arroyo fue determinante en el cambio de actitud del América, pues le dio más alternativas de ataque al equipo mexicano, luego de un primer tiempo sin mayores opciones.

Entonces América tomó las riendas del duelo y con el empate logró estabilizarse, tanto en la defensa como en el ataque. Fue un verdadero golpe de autoridad.

El segundo tanto llegó al minuto 74. De nuevo de los pies de Silvio Romero. El atacante remató y su tiro se desvió en un jugador para desubicar al arquero y alcanzar una remontada impensable en la primera parte.

América mantuvo su unidad como equipo y se hizo fuerte. Así alcanzó una valiosa victoria que lo pone como uno de los mejores cuatro equipos del mundo, a la espera de su más grande reto hasta ahora: Real Madrid, su próximo rival.