Andrea Pirlo, el fanático del Inter que triunfó con el Milan

Cuando crecía en Fiero, Andrea Pirlo soñaba con ser como Lothar Matthaus que brillaba en Inter a finales de los 80’ y comienzos de los ’90. El talento del alemán llenaba los ojos del chico de Lombardia, que ya se destacaba por su buena pegada y posición en la cancha.

Su paso por las divisiones inferiores del Brescia duró poco. A los 16 años, en mayo de 1995, a Pirlo lo convocaron para un partido de Serie A ante Reggina. Pirlo siguió su proceso con normalidad hasta que en 1998 el poderoso Inter, donde había jugado Matthaus, lo fichó por expreso deseo del entonces entrenador Mircea Lucescu. El rumano finalmente no lo incluyó en sus planes y Pirlo empezó a naufragar a préstamo en Reggina, luego otra oportunidad en Inter y nuevamente a préstamo a Brescia. Allí coincidió con el legendario Roberto Baggio, quien le enseñó más funciones ofensivas. “Fue otro sueño para mí”.

Pirlo ya estaba maduro cuando AC Milan puso $18 millones más el pase del serbio Draze Brncic para vestirlo de rojo y negro.

Campeón de raza
Desde su etapa en el Milan, Pirlo fue conquistando cada campeonato que jugó. Su vitrina personal cuenta medallas por títulos en la Coppa Italia, Serie A y Champions League, Supercopa Italiana, Supercopa Europea con Milan; repitió algunos trofeos con Juventus durante los últimos años, siendo parte vital del equipo que ganó la Serie A y la Coppa Italia y cayó en la final de la Champiosn League durante la última temporada. Obviamente, cuando revisa su palmarés, Pirlo se sonroja al recordar la Copa del Mundo de 2006. 

El nuevo desafío para el italiano es la MLS. ¿Podrá ser campeón en Estados Unidos?

Real Madrid ni Barcelona pudieron contratarlo
En su autobiografía, Pirlo reveló que estuvo a punto de firmar con Real Madrid en el verano del 2006. El volante había levantado la Copa del Mundo en Berlín un mes antes y, en menos de un minuto, Fabio Capello ya lo había convencido para vestirse de Merengue. El escándalo del Calciopoli estaba por estallar y en los pasillos del AC Milan ya había rumores. Para Pirlo y su agente, el traspaso a la Casa Blanca era un hecho. “ Yo era jugador del Real Madrid en mi cabeza, en mi corazón y en mi alma. Tenía un contrato de cinco años esperándome allí y un salario que no era de este mundo”, escribió Andrea en su libro. No contaba con las maniobras del presidente del Milan, Adriano Galleani, que hizo todo lo posible por enterrar la negociación y quedarse con Pirlo.

Tampoco Barcelona pudo contratarlo en 2010, cuando ya era el rey del planeta fútbol. Pep Guardiola lo llamó directamente y le dijo: “Andrea, te necesitamos”. Pirlo comenta en su libro que “me habría arrastrado a cuatro patas hasta Barcelona. En ese momento, era el mejor equipo del mundo. Su estilo no se había visto en años y me enamoraba”. Sin embargo, las negociaciones se trabaron nuevamente y “el Arquitecto” se quedó en Milán.  

La llegada en un gran momento
A los 36 años Pirlo podía haberse quedado en Europa. Juventus tenía intención de contarlo en su equipo para la próxima temporada, como premio al gran trabajo que realizó durante la 2014/15, donde fue parte vital del equipo que ganó el Scudetto de la Serie A, la Coppa Italia y fue finalista de la Champions League.

Sin embargo, el volante decidió que era el momento de vivir una experiencia diferente. Ante la oferta del New York City FC no pudo resistirse. Pirlo llegará a un equipo nuevo en un fútbol muy diferente. A diferencia de calcio táctico, en Estados Unidos los partidos son más abiertos y físicos.

Tendrá que adaptarse a un nuevo sistema de competencia, aunque es sabido que su categoría puede jugar en cualquier cancha del mundo.