BRASIL.- La intrusión de los profesionales y la eliminación del protector de cabeza hizo pensar que los nocáuts y las lesiones abundarían en el boxeo de los Juegos Olímpicos de Río 2016, pero luego de 28 peleas y dos jornadas, las bajas por este concepto han sido mínimas.
Benbaziz y Abdelaal protagonizan primer nocaút sin protectores de cabeza en Río 2016
El argelino Reda Benbaziz y el egipcio Mahmoud Abdelaal protagonizaron la primera pelea de box en Río que finalizó con un knockout, tras quitar el uso de caretas.
El certamen pugilístico arrancó el sábado en la arena Riocentro, y parecía que los boxeadores tenían algodones en los guantes.
Los primeros 20 combates se decidieron por puntos, hasta que el argelino Reda Benbaziz y el egipcio Mahmoud Abdelaal intercambiaron cortesías y se enviaron mutuamente a la lona, en un encuentro entre pesos ligeros.
Primero, el argelino envió al egipcio a besar el suelo en el asalto inicial, pero el de la tierra de los faraones se desquitó en el tercero, igualando las acciones.
El público brasileño, que se mete en los combates a veces más que los propios púgiles, aplaudió con delirio cada caída.
Y es que el nocaút es la adrenalina del boxeo, como el jonrón la del béisbol y las clavadas en el baloncesto.
Cuando llegó el primer nocáut del certamen, de la mano del británico Joshua Buatsi al ugandés Kennedy Katende en un pleito de los 81 kilos, la arena casi se cae a pedazos.
La gente hizo olas con las manos, y con los pies, pateando las gradas de metal con fuerza, mientras el sonido fue corriendo por el lunetario como el murmullo sordo de un terremoto, o el chocar de las olas del mar contra los arrecifes.
Pero ninguno de los púgiles salió lastimado. Todos se retiraron de la arena por sus propios pies, incluido Katende, aupado por un público que siempre toma partido por los más débiles, a no ser que se enfrente con uno de casa.
Ventajas y desventajas
Según estudios médicos ordenados por la AIBA, se comprobó que hay más conmociones cerebrales con el uso del cabezal que sin el mismo.
"Después de la eliminación de cascos protectores en los torneos de la AIBA de los campeonatos del mundo de 2013 en adelante, hemos visto una disminución real en el número de conmociones cerebrales, hasta un 43%", explicó William Luis María, director de comunicaciones de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA).
El cabezal o casco protector se usó por primera vez en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles-1984.
Desde entonces, y aunque se modernizaron los modelos, muchos boxeadores se quejaron de que el artefacto les quitaba visión, por lo que recibían más golpes.
"Con el protector parecía que uno tenía una diana en la cabeza. De hecho la mayor cantidad de golpes iban dirigidos a esa zona, y eso a larga perjudicaba al muchacho", apunta el entrenador cubano Peter Roque, quien entrena a la selección de Azerbaiyán.
"Los cascos protectores se deslizan mientras peleas y te dificulta la visión", aseguró el minimosca británico Galal Yafai.
A favor de los cascos se argumenta que disminuyen las heridas y cortaduras producto de cabezazos, algo que tampoco ha sido muy frecuente en las dos primeras fechas del boxeo en Rio-2016.
Cascos para ellas
Todo lo contrario piensan las chicas boxeadoras, que desde Londres-2012 ya son presencia permanente en Juegos Olímpicos.
"Definitivamente, a mi madre no le gustaría ver que su hija regresa a casa con una herida en la cara", dijo a la AFP la colombiana Ingrid Lorena Valencia, que peleará en la división de los 48-51 kilos.
La estadounidense Claressa Shields, medallista de oro en Londres-2012 y doble campeona mundial, piensa que le gustaría combatir sin casco.
"La única preocupación de muchas es no tener una cicatriz. Pero como mujeres, podemos cubrir cicatrices con un poco de maquillaje", aseguró.