El Abierto de Australia se quedará sin público en el Melbourne Park durante cinco días a partir del sábado, debido a un brote de COVID-19 en un hotel de cuarentena.
Brote de COVID-19 deja al Abierto de Australia sin público
Luego de registrarse un rebrote de una variante de coronavirus en un hotel aledaño, el gobierno australiano decretó cuarentena en los próximos cinco días.
Daniel Andrews, primer ministro del estado de Victoria, anunció el viernes un confinamiento de cinco días, que comienza un minuto antes de la medianoche, hora local.
Impuso nuevas restricciones, según las cuales, los residentes sólo podrán salir de casa para realizar compras consideradas esenciales, recibir o dar atención básica, ejercitarse y realizar tareas fundamentales.
El torneo podrá continuar, equiparándose con un lugar de trabajo, pero sin multitudes. Las escuelas serán cerradas del lunes al miércoles y no habrá reuniones para bodas o ceremonias religiosas.
Los aficionados que llegaron al Melbourne Park el viernes, antes del anuncio, recibieron en la entrada la orden de guardar la distancia debida, aplicar desinfectante en sus manos y ponerse la mascarilla.
El Abierto de Australia es el primer torneo del Grand Slam en un año que ha permitido público considerable en el graderío.
Bajo el plan inicial para el Abierto de Australia, el gobierno permitió hasta 30 mil personas diarias en el Melbourne Park, es decir el 50% de la capacidad máxima. La mayor afluencia que se ha observado en los primeros cuatro días del certamen fue de 21.010 el jueves.