Caso Larry Nassar: el fin del cuento de hadas de la gimnasia de Estados Unidos
Las sentencias de Larry Nassar, que suman al menos 100 años de prisión, develaron una historia de sufrimiento en la gimnasia de Estados Unidos.
En Beijing 2008, la selección femenil de China superó a la de Estados Unidos en la gimnasia artística, un oro que quedó bajo la sombra de los señalamientos por tratos inhumanos a las gimnastas en su preparación desde niñas y por supuestas alteraciones de la edad en sus registros de inscripción.
La misión era clara: para la siguiente cita, Estados Unidos, en un terreno neutral, debía tomar la cima de la gimnasia mundial y demostrar que se podía lograr con un sistema de trabajo estricto, pero leal; inmaculado.
Los triunfos estadounidenses en Londres 2012 y Río 2016, enmarcados por los oros individuales de Gabby Douglas y Simone Biles, las primeras gimnastas de raza negra en alcanzar la máxima gloria olímpica, parecían estar enmarcadas en un cuento de hadas y en el recuerdo de las "Magnificent Seven", sus antecesoras de Atlanta 1996 que conquistaron al mundo gracias al arrojo del salto final de Kerry Strug con la pierna fracturada, el encanto de la pequeña Dominique Moceanu y la excelencia de Shanon Miller.
Lawrence G. 'Larry' Nassar, médico de la Universidad de Michigan State, comenzó a trabajar para la federación de gimnasia de Estados Unidos (USA Gymnastics) en 1986, a los 24 años de edad, y una década después fue nombrado director del departamento de medicina. Fue él quien recibió a Strug abajo del podio después de su heróico par de saltos que le permitió a su país quedarse con el oro en casa por delante de Rumania. Más emblemática resultó la imagen del entrenador Bela Karolyi, el mismo que catapultó 20 años antes a Nadia Comaneci, llevando en brazos a Strug para que recibiera su medalla en la premiación.
Desde ahí, Estados Unidos batalló para volver a lo más alto en la gimnasia artística femenil por equipos. Rumania se impuso en Sydney 2000 y Atenas 2004, mientras que China lo logró en su casa cuatro años después.
Sin embargo, la bandera de las barras y las estrellas ha sido la única en verse en lo más alto del podio en el all-around individual desde 2004 gracias a Carly Patterson, Nastia Liukin, Douglas y Biles. Pero el sistema del país norteamericano volvió a resurgir en la presente década a nivel equipo. Ya no era "solamente" el impulso de una súper estrella y el resto.
Para Londres 2012, Douglas estuvo sola en el podio individual, pero a un paso de él, en el cuarto lugar, quedó Aly Raisman; en la eliminatoria, Raisman fue segunda, Douglas fue tercera y Jordyn Wieber, quien llegó como campeona mundial, fue cuarta, pero quedó fuera de la Final porque el reglamento limita a solo dos participantes por país en la última fase.
No fue casualidad que Estados Unidos ganara la prueba por equipos por primera vez desde Atlanta 1996.
Un nuevo biotipo de gimnastas menos delicadas y más fuertes, de movilidad más explosiva, irrumpió en la escena. Se rompió la idea de que las gimnastas de raza negra estaban en desventaja por su fisonomía, gracias a Douglas y Biles, quien arrasó en Río 2016. Biles, de hecho, llevó a la realidad lo que sólo se había imaginado: un doble mortal que termina con medio giro, el salto imposible que fue bautizado con su nombre desde 2013.
Junto a Biles, la capitana del equipo, Aly Raisman, con una belleza y elegancia innegables y quien tuvo su revancha deportiva, ganó la plata del all-around individual en Río. Biles ganó otros dos oros y un bronce en las Finales por aparatos, mientras que Raisman cedió el oro que ganó en el piso de Londres por la plata en Río, detrás precisamente de la nueva reina de la gimnasia.
El mérito de Raisman fue permanecer vigente en dos ciclos olímpicos. Douglas participó en Río, fue parte del equipo que ganó el oro, pero no brilló en competencias individuales como lo hizo en Londres.
Sin embargo, el ascenso a la fama de Biles y el carácter de Raisman fueron las piezas decisivas para que el mundo supiera que detrás del éxito estadounidense hubo mucho dolor y sufrimiento.
A lo largo de sus 20 años como médico de la selección de gimnasia, Larry Nassar se aprovechó de la inocencia de las jóvenes gimnastas para abusar sexualmente de ellas. Aprovechando su posición, realizó tocamientos y penetraciones con los dedos a deportistas de la selección nacional de gimnasia y de Michigan State. Hasta el momento de esta publicación y de haberse dictado sentencia, 156 mujeres han denunciado ser víctimas, entre ellas Raisman, quien se convirtió en una especie de líder moral de este movimiento, y Biles, cuyo testimonio fue la gota que derramó el vaso, además de otras que aún son menores de edad.
Las acusaciones surgieron desde 2016 por parte de Kyle Stephens, quien desde los seis años de edad, a finales de los años 90, fue agredida por Nassar, quien era amigo de sus padres. Stephens acusó que Nassar intoducía un dedo en su vagina, frotaba su pene contra sus pies descalzos o se desnudaba frente a ella. La entonces niña señaló al médico con sus padres, pero no le creyeron, e incluso la obligaron a ofrecer disculpas.
A raíz de esto, Stephens rompió relación con su padre. “Me empecé a sentir como si me hubieran lavado el cerebro y para no olvidarme de que no era una mentirosa, me forzaba a recordar paso a paso cómo fueron los abusos. Si no, sentía que perdía el sentido de la realidad y me cuestionaba si habían ocurrido esos abusos”, señaló Stephens durante su testimonio en el juicio contra Nassar.
El padre de Stephens terminó por suicidarse en 2016 cuando se demostraron las primeras acusaciones en contra de Nassar.
Además de la sentencia de 40 a 175 años de prisión, Nassar ya tenía otro castigo de 60 años por posesión de pornografía infantil dictado en 2017.
"Acabo de firmar su sentencia de muerte", dijo la juez Rosemarie Aquilina a Nassar después de anunciarle su sentencia.
El cuento de hadas terminó.
La gimnasia es uno de los deportes más populares de los Juegos Olímpicos junto al atletismo y la natación. Es la disciplina que por excelencia conjunta la fortaleza y la estética. La campeona del all-around femenil se convierte en una especie de "reina olímpica", en el emblema femenino del deporte, en la sucesora de Nadia Comaneci, pero incluso Nadia tuvo que escapar de abusos y de un régimen totalitario que la utilizó como medio de propaganda.
Hoy el cuento de hadas de la gimnasia estadounidense está enmarcado por frases como las siguientes, de mujeres que testificaron contra Nassar en su juicio en Michigan:
"Pareces tener dificultades para mirarme ahora, pero no lo hiciste cuando estaba medio desnuda en tu mesa. ¿Qué tipo de médico puede decirle a una niña de 13 años que está creciendo por el tamaño de su hueso púbico?".- Arianna Guerrero, gimnasta.
"Mi vagina estaba dolorida durante mi competencia debido a este hombre. ¿Qué tan desagradable es decir incluso en voz alta?".- Amy Labadie, gimnasta.
"Las niñas pequeñas no permanecen pequeñas para siempre. Se convierten en mujeres fuertes que regresan para destruir tu mundo.".- Kyle Stephens, víctima desde los seis años de edad.
"Mis padres, que tenían la mejor intención en el corazón, siempre tendrán que vivir con el hecho de que continuamente llevaron a su hija a un depredador sexual, y estaban en la habitación mientras él me agredía".- Marie Anderson, nadadora.
"Pensé que entrenar para los Juegos Olímpicos sería lo más difícil que tendría que hacer. Pero, de hecho, lo más difícil que tendré que hacer es procesar que soy una víctima de Larry Nassar".- Jordyn Wieber, campeona mundial y olímpica de gimnasia artística.
"Tuve el sueño de ir a los Juegos Olímpicos, y las cosas que tuve que soportar para llegar allí fueron innecesarias y repugnantes", McKayla Maroney, campeona olímpica de gimnasia artística.
"Fui atacada en las redes sociales. (...) La gente no me creía, incluso las personas que pensaba que eran mis amigos. Me llamaron mentirosa, puta e incluso me acusaron de hacer todo esto solo para llamar la atención.".- Jamie Dantzscher, medallista olímpica en gimnasia artística.
"Lo reporté. La Universidad de Michigan State, la escuela que amaba y en la que confiaba, tuvo el atrevimiento de decirme que no entendía la diferencia entre una agresión sexual y un procedimiento médico".- Amanda Thomashow, estudiante de Michigan State.
"Los Juegos Olímpicos estaban a solo un año de distancia. Y simplemente no podía soportar más el abuso. Estaba devastada. Larry, mis entrenadores y USA Gymnastics convirtieron el deporte del que me enamoré cuando era niña en mi infierno personal.".- Mattie Larson, medallista mundial de gimnasia.
"Permitan que esta frase le provoque miedo a cualquiera que piense que está bien lastimar a otra persona. Abusadores, su tiempo se acabó. Las sobrevivientes están aquí, de pie, y no vamos a ninguna parte".- Aly Raisman, campeona olímpica de gimnasia.
El golpe ha sido devastador para USA Gymnastics: apenas el lunes renunciaron el presidente Paul Parilla, el vicepresidente Jay Binder y la tesorera Bitsy Kelley. Además, desde que se destapó el escándalo en 2016, los patrocinadores han desfilado para terminar su contrato como AT&T, Procter & Gamble, Hershey's y Under Armour.
Pero lo más preocupante será la confianza de los padres que entregan a sus hijas con talento, en edades muy cortas, a entrenadores, médicos, terapeutas y demás personal involucrado en la formación del deportista, muchas veces con el costo de enviarlas a un lugar lejano. Especialmente en la gimnasia, donde la vida deportiva es muy temprana.
Las medallas se quedan, pero tanto deportistas como el mismo sistema viven de su prestigio. Una década que debió ser mágica para la gimnasia estadounidense será recordada por el dolor de cientos de mujeres que sufrieron lo inenarrable por cumplir su sueño.