Pasaron 56 años para que el mundo supiera la noticia de un fallecimiento durante los Juegos Olímpicos o Paralímpicos. Y, tal como ocurrió en Roma, en 1960, el ciclismo fue el desafortunado protagonista.
Ciclista iraní fallece tras sufrir un accidente en los Paralímpicos de Río 2016
Se trata de Bahman Golbarnezhad, quien falleció este sábado tras chocar con un muro en un descenso durante la prueba de ruta C4-5.
En Italia, el danés Knud Enemark Jensen cayó desmayado en plena ruta y quedó en los registros como una de las primeras víctimas de las sustancias prohibidas. Lo del iraní Bahman Golbarnezhad, en Río, no tuvo nada que ver con doping, pero sí con un circuito que ya había sido escenario de varios acccidentes, aunque no fatales, en los Olímpicos de Agosto.
Golbarnezhad, de 48 años de edad, cayó de su bicicleta durante un descenso en el circuito, al chocar con un muro de concreto y posteriormente golpear su cabeza con el piso. El iraní participaba en sus segundos Juegos Paralímpicos luego de concluir en el lugar 23 de la misma prueba, ruta C4-5, en Londres 2012.
La clase C4-5 corresponde a deportistas con alteraciones en las funciones de alguna extremidad, o bien, lesiones neurológicas similares. Golbarnezhad usaba una prótesis en la pierna izquierda.
La ruta ya se había hecho famosa por la aparatosa caída de la holandesa Annemiek van Vleuten, que fue captada por la cámara de la transmisión internacional de los Juegos y le dio la vuelta al mundo. Van Vleuten no pudo controlar lo suficiente su bicicleta para tomar una curva en descenso y sufrió tres pequeñas fracturas en las vértebras.
También el italiano Vincenzo Nibali, campeón del Tour de Francia en 2014, junto al colombiano Sergio Henao, cayeron en un descenso a 15 kilómetros de la meta, cuando iban fugados en busca de las preseas con el polaco Rafal Majka. Nibali se rompió dos clavículas y Henao se fracturó la cresta iliaca.
No obstante, ambos accidentes ocurrieron en una zona que no fue incluida en el trayecto de los Juegos Paralímpicos.
La ruta olímpica se conformó de dos circuitos: el primero, de cuatro vueltas con ascensos de hasta el 7%, en Grumari; pero en el segundo, a su punto más alto, en Vista Chinesa, le procede un descenso desde 499 metros de altura. Para las competencias paralímpicas solo se consideró el tramo de Grumari; los accidentes en los Olímpicos ocurrieron en Villa Chinesa.
El Comité Paralímpico Internacional reportó que recibió el auxilio de emergencia en el lugar y fue trasladado posteriormente a un hospital de Río de Janeiro.
El holandés Daniel Abraham Begru se llevó la medalla de oro, con un tiempo de 2h13’08”; a 38 segundos llegaron el brasileño Lauro Chaman, plata, y el italiano Andrea Tarlao, quien se quedó con el bronce.