El Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) pidió perdón a Brasil por la conducta exhibida esta semana por sus nadadores en el 'caso Lochte'.
El comité olímpico de Estados Unidos se disculpa con Brasil por nadadores
Los atletas estuvieron en una fiesta y cuando regresaban a la villa olímpica provocaron destrozos y un enfrentamiento con guardias.
"La conducta de estos atletas es inaceptable y no representa los valores del equipo olímpico de EEUU", afirma el USOC en un comunicado oficial.
La policía brasileña no dio crédito al nadador Ryan Lochte y sus dos compañeros que inventaron un relato falso para justificar unos incidentes ocurridos en una salida nocturna.
Los nadadores estadounidenses Gunnar Bentz y Jack Conger partieron de Río de Janeiro rumbo a su país tras declarar ante la policía por los incidentes que protagonizaron el pasado domingo, en virtud de una autorización judicial.
Los nadadores embarcaron en un vuelo a Miami y pasaron por el vestíbulo del aeropuerto internacional de Río de Janeiro ante la prensa, sin hacer declaraciones. Horas antes, la Justicia decidió devolverles sus pasaportes, según confirmó el abogado de los deportistas a la cadena Globo News.
Bentz y Conger prestaron declaración durante casi tres horas en la comisaría de atención a turistas de Río de Janeiro.
Según la policía, Bentz, Conger, James Feigem y Ryan Lochte inventaron un falso asalto a punta de pistola en la madrugada del domingo tras acudir a una fiesta.
La investigación ha demostrado que estuvieron en la fiesta acompañados por tres mujeres y que, cuando regresaban a la villa olímpica, pararon en una gasolinera próxima, en Barra de Tijuca, y provocaron destrozos y un enfrentamiento con los empleados y guardias de seguridad.
Una juez prohibió la salida del país de los cuatro, pero Lochte se encontraba ya en Estados Unidos y Feigem, hasta hoy en paradero desconocido, ha acudido a declarar ante la policía en un lugar que no ha sido desvelado.
Bentz y Conger fueron sacados de un avión cuando trataban de viajar a Estados Unidos.
El jefe de la policía civil de Río adelantó que tras la declaración prestada y por ambos no existían razones para mantener la prohibición de abandonar Brasil.