Los Ángeles, California.- Un joven cubano acampa desde hace tres semanas a las puertas del estadio de los Dodgers en Los Ángeles a la espera de que el equipo de las Grandes Ligas le de una oportunidad de mostrar su talento en el béisbol.
"Está caliente durante el día, a veces hace frío por la noche, pero aun así entiendo que buenas cosas llegan a los que esperan", dijo a Efe Loah Linares, de 22 años, quien duerme en la acera de la entrada del estadio.
Como miles de inmigrantes cubanos, Linares llegó a Estados Unidos procedente de La Habana en busca de un mejor futuro para él y su familia, y, tras vivir varios años en Arizona, donde jugó al béisbol, el joven decidió buscar en California la manera de demostrar que puede ser un bateador de la novena de los Dodgers.
"Tengo mucha confianza en mi juego, tengo mucha confianza en la manera con la que me desplazo en todo el terreno, soy rápido, tengo buen brazo, me gusta batear y tengo buen poder al bate", describió.
Linares sufrió un accidente en uno de sus hombros, lo que lo alejó del diamante por unos años, pero ahora quiere regresar con mayor impulso: "Yo creo en mí, creo en mis habilidades".
Aunque no ha logrado pasar de la entrada del estadio, en estas tres semanas el pelotero ha llamado la atención de los fanáticos del equipo angelino, muchos de ellos inmigrantes que llegaron a EE.UU. como él en busca de una oportunidad.
"Cuba no es un país muy rico, el pasar trabajo me da mucho ánimo de poder representar a muchos niños que tengan ese sueño, el sueño de llegar a las Grandes Ligas", aseguró.
Para Ángel Villa, seguidor de los Dodgers que vive cerca del estadio, la estrategia de Linares es como la de miles de inmigrantes que antes de darse por vencidos deciden arriesgarlo todo.
Y la persistencia del cubano en practicar día y noche frente al estadio animó al mexicano a apoyarlo con comida y algunos suplementos de aseo.
"Está decidido a quedarse fuera del Dodger Stadium durante el tiempo que sea necesario, y ha estado trabajando tanto como le sea posible en las calles, esperando que los propietarios le den una oportunidad", dijo.
Al igual que logró con Villa, el cubano ha convencido a otros fanáticos de los Dodgers, que le han brindado comida y vestuario mientras logra un domicilio fijo.
Los días de acampada fuera del estadio también le han servido a Linares para lograr la atención de la prensa especializada en este deporte.