Por Ivan Pérez | @ivanpm
Kamia, una disculpa, la mirada miente
Así es la historia de Kamia Yousufi, la abanderada de Afganistán que compite con burka en el atletismo de Río 2016.
RÍO DE JANEIRO. A Kamia le cuesta mover las piernas, lo intenta, pero es como si los 300 músculos que ocupa el cuerpo para la velocidad tuvieran una avería. ¿Qué rayos le suceden a esos cuádriceps que no terminan por estallar?
Los ojos mienten.
Durante toda la recta de la pista siempre pensaremos que sus piernas nunca respondieron. Primero, porque desde que se dio la salida ha tenido que mirarle el trasero a todas. No es poca cosa. Ella es la única de las ocho corredoras que va cubierta de los pies a la cabeza. Las naciones bajo el Islam han permitido que sus mujeres practiquen deporte, pero con sus reglas. Una de ellas es no mostrar piernas, brazos, pechos y caderas, sólo la cara y manos. Probablemente jamás sabremos si Kamia Yousufi tenía los cuádriceps o los gemelos desarrollados como una velocista.
En su heat, el primero de la ronda preliminar, el de los de peores registros, fue la última en reaccionar. En los 100 metros eso es determinante. Si no eres Bolt, no te puedes dar el lujo de despegar tus pies hasta el final de la salida porque cuando mires el reloj, el tiempo te cobrará una factura muy cara.
Kamia es la abanderada de Afganistán. Se lo ha ganado. Cuando ella tenía cinco años supo lo que es el sonido de las bombas que caen desde el cielo, sabe identificar los cazas que sobrevuelan las ciudades como si fueran halcones gigantes escogiendo su presa. Escuchó el terror. Ella es de Kandahar, una de las ciudades donde los Talibanes tenían una de sus fortalezas. Yousufi formó parte del programa del Comité Olímpico Internacional que otorga cupos y ahora está aquí.
-¿Quién la inspira?
Ella no eligió una superestrella como Allison Felix o Usain Bolt. “Yo me inspiro en Maryam Toosi”. Una corredora iraní que domina los 100, 200, 400 y relevo 4x100 en su país y también corre sin que ninguna parte de su cuerpo se muestre.
A Kamia apenas si se le miran las gotas de sudor, si no es porque salen de la burka y caen en sus mejillas, labios o al suelo, ni nos percibimos. Cuando cruzó la meta, el cronómetro registró 14.02 segundos. La mejor marca este año la realizó una bala. La jamaiquina Elaine Thompson paró el reloj en 10.7. Apenas 3.34 segundos detrás la marca de la afgana. Una galaxia de diferencia si consideramos que en esto del hectómetro, lo que importa es determinar quién es una centella y quién humano.
Kamia es humana, demasiado por sus tiempos. Y sí, sus ojos miraron siempre y en todo momento la espalda y nalgas de sus oponentes. Pero ayer se convirtió en la corredora más rápida de todos los tiempos de Afganistán. En una nación donde correr para salvar la vida es casi una necesidad, ella firmó con sus 14.02 el récord nacional de su país.
Es una chica muy delgada, pequeña, sientes que si le das un abrazo efusivo la puedes hacer mil pedazos. Es un típica chica persa.
La llamas.
-Kamia, please, one question.
Y entonces dos lunas se clavan en ti. Miras sus ojos negros y ves un túnel profundo y eterno. Impactan. Luego sus pestañas pobladas capaces dominan la escena. Labios medianos y dientes grandes y blancos.
-Estoy feliz de estar aquí y representar a mi hermoso país. No puedo hablar más.
Es verdad, Kamia nunca estuvo siquiera a la par de alguna de sus compañeras de heat. Pero la mirada sólo nos dice lo que vemos, no lo que es. Y sí, perdió, pero es la mejor de la historia de su nación.
PD. Tampoco fue la peor de todos los heats eliminatorios. Ese sitio fue para la corredora de Kiribati, Karitaake Tewaaki, con 14.7 segundos.
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Ivan Pérez es Editor de deportes del periódico El Economista, fundador de Cámara Húngara y colaborador de Forbes México. Ganador del premio 50 años de la Copa Libertadores en la categoría de prensa escrita. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México, Licenciado en Periodismo por el PART, becario del Programa Prensa y Democracia (Prende).