Juegos Olímpicos

    Károly Takács, el aprendiz que ganó con una sola mano

    El sargento era el mejor tirador con pistola del ejército húngaro pero en un accidente perdió su mano derecha.


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    TUDN

    Károly Takács

    Imagen Getty Images
    Károly Takács

    Por: Luciano Wernicke

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    La calidad de la mano derecha de Károly Takács era inigualable, invencible en cada competencia de puntería. En 1936, Takács fue propuesto para integrar el equipo que intervendría en los Juegos Olímpicos de Berlín, pero los dirigentes magiares debieron vetar su candidatura por un inconveniente reglamentario: para ese deporte, las olimpíadas estaban reservadas sólo para oficiales. Lejos de deprimirse, el joven sargento se propuso continuar con fervor la carrera castrense para conseguir el rango necesario que lo llevara a los Juegos.

    Dos años más tarde, durante un entrenamiento, los sueños olímpicos del hábil sargento quedaron destrozados por una granada defectuosa que estalló antes de ser lanzada por su diestra. El daño fue total. A pesar de su invaluable pérdida, Takács no se dejó vencer por la adversidad. Durante meses entrenó su mano izquierda para que respondiera de forma tan efectiva como su amputada compañera.

    Poco antes de los Juegos de Londres 1948, en un campeonato preolímpico, Takács, quien ya había ascendido a teniente y cumplía con todos los requisitos para viajar a Inglaterra, sorprendió a sus azorados rivales con una actuación descomunal que volvió a colocarlo en el primer puesto de su país en la categoría “pistola rápida”. Cuando se presentó en el National Shooting Center de la localidad de Bisley para competir, el húngaro se cruzó con el participante argentino Carlos Díaz Sáenz Valiente. El sudamericano, que se había enterado del accidente con la granada, le preguntó a Takács, con una sonrisa irónica, para qué se había tomado la molestia de trasladarse hasta Londres. “Vine para aprender”, respondió el magiar, orgulloso de haber concretado su sueño olímpico. Pero el milagroso húngaro tenía jerarquía de sobra para ser sólo un concursante más.

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    Con una actuación perfecta, no sólo se adjudicó la medalla de oro, sino que marcó un nuevo récord mundial. Durante la ceremonia de entrega de medallas, Díaz Sáenz Valiente, quien había finalizado segundo y debió tragarse su enorme soberbia, llamó por lo bajo a Takács y, respetuoso, le anunció: “Te felicito. Por lo visto, aprendiste demasiado”.

    Las proezas del húngaro continuaron en Helsinki 1952, cuando se consagró como el primer tirador en ganar la prueba de pistola en dos olimpíadas consecutivas. Además, él mismo había entrenado a su compatriota Szilárd Kun, quien obtuvo la medalla de plata en la misma prueba. Takács se convirtió en héroe nacional y desde entonces es sinónimo de superación, esfuerzo y esperanza.

    Una más...

    * La velocista Elizabeth Robinson ganó el oro en los cien metros de los Juegos de Ámsterdam 1928.
    * En junio de 1931, el avión en el que viajaba la estadounidense se estrelló en Illinois.
    * La muchacha fue dada por muerta y enviada a una funeraria para su entierro.
    * Sin embargo, el empleado que la iba a preparar para su entierro descubrió que seguía viva.
    * La atleta había sufrido fracturas de cadera y una pierna, pero se recuperó.
    * En los Juegos de 1936, Robinson integró el cuarteto que ganó la medalla de oro en la posta 4x100.

    @LucianoWernicke

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