Khabib comentó que no le interesan las sumas millonarias de dinero, ya que tras la muerte de su padre juró que no volvería a pelear y solo tuvo una excepción cuando se presentó a UFC 254, sin público, para cumplir con el compromiso que ya estaba firmado ante del adiós de su progenitor por COVID-19.
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"No tengo planes de seguir luchando. Nunca faltarán los rumores de mi regreso porque Dana White y otros promotores que podrían reemplazarlo en el futuro querrán verme luchar", sentenció Khabib para medios rusos.
Nurmagomedov reconoció que si bien sigue en plenitud física y sin conocer la derrota en su carrera profesional, su decisión de no ganarse más la vida arriba del octágono es irrevocable.
"Por supuesto, estoy en mi mejor momento y todavía podría ganar toneladas de dinero, pero tengo un objetivo diferente. Y en cuanto al dinero, de ahora en adelante lo ganaremos de otra forma".
La esperanza de Dana White, presidente de UFC, se basa en uno de los deseos del padre de Khabib Nurmagomedov, quien en vida le dijo a su hijo que quería verlo llegar a 30 peleas invicto.
