¿Qué tienen en común Tom Brady, Rafael Nadal, Roger Federer, Serena Williams, Miguel Cabrera, LeBron James y Cristiano Ronaldo?
Deporte Capital | La fuente de la prolongada juventud y leyenda eterna
El regreso de Tom Brady es una muestra más de que la veteranía es menos obstáculo y más virtud que lo que era antes en el deporte.
Todos ellos son deportistas contemporáneos y arriba de los 35 años estuvieron -o están aún- en la cima de sus Ligas y sus deportes.
Revisé la lista: Lionel Messi, Novak Djokovic y Stephen Curry aún no llegan a esa edad, pero serán parte de este fenómeno, y sé que podemos hacer una lista aún más larga si le damos más tiempo y detenimiento.
Nos acostumbramos a ver hazañas de grandes deportistas antes de cumplir 20 años y hoy en día pareciera que son los más veteranos quienes finalmente encontraron la fuente de la eterna juventud (o de una más prolongada juventud).
La generación actual de atletas más dominantes está desafiando el ciclo natural de las cosas y ha empujado el periodo de transición al dominio de los más jóvenes tanto como se puede.
Podemos incluir a otros fenómenos rarísimos -sin un ápice de connotación negativa- que no necesariamente están en la cima, pero que tienen una longevidad extraordinaria, como la gimnasta uzbeka Oksana Chusovitina, quien a los 47 años compitió en la Copa del Mundo de Catar hace apenas unos días. Esta gran deportista ha representado a tantos países que hasta lo hizo por la Unión Soviética justo antes de la Perestroika.
Y no, no es casualidad.
¿Qué habrían logrado deportistas como Pelé, Joe Montana, Jimmy Connors y Steffi Graf, entre muchas otras leyendas del pasado, en nuestra época? Vimos con asombro como Michael Jordan ganó su sexto y último título de la NBA justamente a los 35, como si la veteranía fuera un obstáculo y no una virtud.
Es que, de hecho, era más obstáculo y menos virtud antes. Los avances de la medicina, las terapias de recuperación, la nutrición y la misma tecnología que hace todo medible, así como en el deporte mismo, tiene por resultado a deportistas más longevos y que han logrado ampliar su época es esplendor en las competencias.
Cada caso es diferente
Poner a Chusovitina y a Brady en el mismo saco no queda. La gimnasta, que había anunciado su retiro en Tokio 2020, regresó de su primera salida de la alta competencia en 2002 cuando su hija fue diagnosticada con leucemia y después de librar eso simplemente no para porque no quiere.
Brady, en cambio, con sueldos que eran inimaginables para las grandes leyendas del pasado en la NFL, ha logrado perfeccionar su método de alimentación y ejercicio que, al parecer, le ha dado la longevidad con la que cualquier deportista soñaría y que le permitió regresar para una temporada más, que iniciará cuando él tenga 45 años de edad.
Sin métodos que puedan parecer estrafalarios, sueldos como los $34.5 millones al año de Cristiano Ronaldo, o los $127 millones que ha ganado Rafael Nadal en su carrera, sin contar un solo dólar en patrocinios, le dan al hombre común para pagar su casa, tener comida en la mesa y poder gastarse decenas de millones de dólares en sí mismos para preservar sus carreras y su nivel.
Michael Jordan ganó $94 millones a lo largo de su carrera dentro de la NBA en salarios, lo que LeBron James gana en poco más de dos temporadas ($41.18 millones anuales) con los Lakers. Y Jordan fue el antes y el después en los salarios descomunales para los basquetbolistas.
Dicen que las comparaciones son odiosas y más lo son en esta época contra los grandes deportistas del pasado, que no contaron con tanto conocimiento, ni recursos, para romper los récords que rompieron.
La evolución del deporte ha sido esencialmente económica. Dijo un famoso grupo musical de Liverpool que el dinero no compra el amor, pero vaya que se acerca.