La Maestra Monsalve | Cómo ser periodista deportiva y no morir en el intento

Hoy me encantaría escribirles de mi experiencia y de lo que he visto en esta carrera tan hermosa como la del periodismo deportivo, con una montaña rusa de emociones y en donde he podido romper paradigmas ¡sí por ser mujer!

No me declaro ni feminista, ni machista; el extremismo nunca me ha gustado, es el aliado de todas las catástrofes. Simplemente soy mujer que siempre busca enaltecer el género con el que nací y el cual hasta hace muy poco no se podía cambiar.

La pregunta de rigor ¿Qué tan difícil es ser mujer en un mundo dominado por hombres? Creo que el día que no nos hagan esa pregunta habrá igualdad de género en este medio ¿Le harán esa pregunta a la cirujano que está a punto de operar? Me imagino que lo hicieron hace muchos años. Quizás en nuestro caso es cuestión de tiempo. Lo increíble es que estamos en pleno siglo 21.

Pero ojo; con el paso de los años me he vuelto más crítica, pero no por género de un periodista deportivo sino por cómo se ejerce esta profesión. En todo ámbito hay que tenerle respeto a los que han estado antes; al fin y al cabo nos enamoramos del deporte gracias a ellos.

Aprender lo bueno y lo malo de cada colega y utilizarlo para tu propio bienestar. Estudiar, prepararse y si Dios te dio un talento, explotarlo tanto como puedas. Las oportunidades se pintan calvas, dicen por ahí.

Una vez me dijeron “wow estar 40 días en un Mundial, nunca pensé que querrías dejar a tus hijos por tanto tiempo” y en ese instante había una guerra de opiniones en mi cabeza; tal cual como una mesa de debate como en las que tantas veces había estado.

Y empecé a pensar “¡Qué bien! se preocupa por mi familia” aunque preferí quedarme con la siguiente hipótesis “Cuántas oportunidades me habrán pasado por pensar así ” lo más doloroso es que era la opinión de una mujer y además importante para tomar decisiones.

O las veces que estás entrevistando a un jugador y muchos te ven como la niña de primaria esperando que te pida ser tu novia. No puedo dejar de reírme, pero levante la mano a la que le ha pasado.

No se puede cambiar a todas las personas de este medio, pero sí podemos cambiar lo que la gente ve en cada uno de nosotros, como individuo o como profesional; por eso me gusta tanto la frase de Ibrahimovic: “querían Zlatan y les di Zlatan”.

Mi consejo a los comunicadores de está profesión, sean intachables con su trabajo para que obliguemos a quién sea a apostar por nosotros.

Antes de despedirme quiero aprovechar la oportunidad para felicitar a Univision Deportes; está de aniversario, en solo 6 años nos hemos convertido en el canal número 1 de la TV hispana en los Estados Unidos y vamos por MÁS. Me incluyo porque he estado en tres de ellos. Una empresa donde los talentos somos iguales, donde hemos tenido las mismas oportunidades, que apuesta por seguir armando un 'Dream Team', donde luchas por ser el mejor comunicador, sin importar cuál sea tu género.