Juegos Olímpicos

    La sopa coreana que hizo que llamaran a los bomberos en los Olímpicos de 1984

    Se trató de un simpático incidente entre la delegación de atletas de ese país y una comida, la cual se pensó era un incendio.


    Por:
    TUDN


    Imagen Getty Images

    Por: Luciano Wernicke

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    El humo amarillento que surgía, denso, por debajo de la puerta de una de las habitaciones de la delegación coreana, asustó al voluntario. El californiano, tal vez curtido por tantos incendios forestales que azotan cada verano ese estado, sabía de los peligros de las llamas, y corrió a dar aviso a los bomberos, temeroso de que el fuego se desplegara por toda la villa olímpica de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984.

    Una cuadrilla arribó al lugar en pocos segundos y, al ingresar al cuarto, descubrió con sorpresa que la humareda no correspondía a un foco ígneo, sino a una cacerola donde un goloso grupo de atletas orientales guisaba una gorda serpiente. "En el restaurante de la villa no nos preparan este manjar", se justificaron los pícaros deportistas.

    Atrapados con las manos en el espeso caldo, los atletas asiáticos juraron por sus madres que la ingesta de reptil tenía un doble valor: por un lado, ese estofado, asaz extraño para los occidentales, era muy saludable y proporcionaba los nutrientes necesarios para la competencia deportiva; por el otro, funcionaba como un elixir para combatir la melancolía que producían tantos días lejos de casa.

    Simpáticos, los coreanos ofrecieron una degustación de su exótico platillo -se dice "en la vida hay que probar de todo"-, pero los agentes, quizás espantados por el aroma que provenía del caldero, declinaron educadamente el convite y optaron por alejarse del lugar "más rápido que un bombero".

    Una más…

    * Durante el maratón de los Juegos de St. Louis 1904, el maratonista cubano Félix Carvajal tuvo hambre.
    * El corredor tomó manzanas que crecían en un árbol junto al camino.
    * Pero los frutos estaban verdes y le provocaron una descompostura.
    * El percance obligó a Carvajal a pasar largos minutos entre pastizales, para eliminar la molesta diarrea.
    * Superado el problema, el cubano regresó a la competencia.
    * Carvajal llegó en cuarto lugar, apenas diez minutos después que el tercero, el estadounidense Arthur Newton.
    * Si las manzanas no lo hubieran atacado, habría ganado una medalla olímpica.

    @LucianoWernicke

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