Las 'Final five', así se autodenomina el equipo que este martes se llevó, con una presentación impecable, el oro en las finales de gimnasia olímpica en Río 2016 para Estados Unidos. Dos afroamericanas y una puertoriqueña forman parte de este conjunto que representa la pluralidad racial y religiosa del país, que cuenta también con una gimnasta judía.
Las historias de las campeonas olímpicas en gimnasia, un equipo que refleja la diversidad en EEUU
Con dos afroamericanas y una puertorriqueña en el grupo, cinco gimnastas estadounidenses pusieron en alto, una vez más, el nombre de su país en los Juegos Olímpicos.
Esto en términos de diversidad es significativo, pues en el equipo de gimnastas no hubo una afroamericana hasta 1980. Estas son las mujeres del famoso quinteto estadounidense:
Laurie Hernández
No solo es la gimnasta más joven del grupo, con 16 años, sino la primera hispana en formar parte del equipo olímpico desde 1984. Laurie nació en Nueva Jersey, pero es de ascendencia puertorriqueña.
Su sangre latina está presente en cada una de sus rutinas de piso, pues su sonrisa, bailes y movimientos en la pista ya son características que la definen dentro del equipo y la han hecho merecedora del apodo 'Baby Shakira'. También la llaman el 'emoticón humano' por la expresividad de su rostro.
Su nombre era originalmente Lauren Hernández, pero sus compañeras de clase de baile -que comenzó a los 3 años- empezaron a llamarla Laurie y así se quedó. Sus hermanos le decían ‘monkey’ (monito) por andar saltando y haciendo piruetas por todos lados, hasta que ese juego se convirtió en la disciplina a la que dedicaría su vida.
Simone Biles
Con 19 años y apenas 1,45 metros (4 pies y 9 pulgadas), esta afroamericana ha sido campeona mundial de gimnasia artística femenil por tres años consecutivos y tiene el récord del mayor número de medallas olímpicas (10) que haya ganado ninguna gimnasta.
Su historia familiar también ha llamado la atención, pues cuando era pequeña tuvo que estar al cuidado de familias temporales por algún tiempo mientras su madre luchaba con la adicción a las drogas y el alcohol. Pero finalmente ella y su hermana fueron adoptadas en 2001 por sus abuelos, Ron (el padre de su mamá) y Nellie Biles, a quienes llama 'papá' y 'mamá'.
A propósito de este detalle, esta semana uno de los presentadores de los Juegos Olímpicos -de la cadena NBC- levantó la polémica al sugerir en un tuit que los padres de Biles no eran sus padres reales. “Podrán ser mamá y papá, pero ellos no son sus padres”, escribió Al Trautwig. Ante la lluvia de críticas, el tuit fue borrado y el comentarista tuvo que ofrecer disculpas.
Gabrielle (Gabby) Douglas
Su desempeño en los Juegos Olímpicos de Londres la pusieron en el foco de todos los reflectores: se convirtió en la primera afroamericana en ganar una medalla olímpica de manera individual a sus 16 años. Además también se llevó a casa el oro por la competencia con su equipo.
Su exitosa carrera estuvo a punto de detenerse justo antes de esos juegos en 2012, pues Douglas consideró la opción de retirarse para ser una “adolescente normal” porque extrañaba a su familia . Sin embargo, decidió seguir luchando por lograr su sueño de ir a los olímpicos y sí que ha valido la pena, pues desde su participación en Londres es vista como un ‘fenómeno’ de la gimnasia artística.
Es la menor de cuatro hermanos -criados por una madre soltera-, practica esta disciplina desde que tenía 6 años y desde los 8 ya era campeona estatal. Fue bautizada como ‘la ardilla voladora’ por sus movimientos en el aire en sus rutinas sobre barras.
Alexandra (Aly) Raisman
También es la segunda vez que compite en unos Juegos Olímpicos y en los pasados fue la gimnasta estadounidense con más condecoraciones. Es la capitana del equipo y la que tiene más edad, 22 años. Por eso -y porque le gusta tomar siestas- sus compañeras la llaman ‘abuela’.
En Londres sobresalió su presentación no solo por su desempeño deportivo, sino por la dedicación especial que hizo al final de su rutina de piso a los 11 miembros del equipo olímpico israelí que fueron asesinados por terroristas palestinos en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972.
Su fama la llevó a competir en el programa ‘Dancing With the Stars’ en 2013, donde quedó en cuarto lugar junto al dos veces campeón Mark Ballas. Su talento viene de familia, pues sus padres también son atletas.
Madison Kocian
Es considerada el complemento perfecto de su equipo, pues en ella han puesto la confianza para fortalecer la mayor debilidad del grupo: las barras asimétricas. A sus 19 años, es la campeona del mundo en esta especialidad.
Sus padres sabían desde bebé que quería ser gimnasta, porque no paraba de hacer piruetas en las barras de su cuna. Así que desde muy temprano, a los 6 años, ya practicaba esta disciplina.
La gimnasta ha dicho que le encantan los niños y que cuando se gradúe de la universidad espera poder trabajar con niños. Además de su amor por los pequeños, también ha dejado ver su fe religiosa pues dice que disfruta visitar iglesias cuando viaja a nuevos países.
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