Es el deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos, con 22 medallas. Tiene los récords de más medallas olímpicas de oro (18), más medallas de oro en eventos individuales (11) y más medallas olímpicas en eventos masculinos (13). Se trata del nadador estadounidense Michael Fred Phelps II, nacido en Baltimore el 30 de junio de 1985, un hombre que llega a Río 2016 para seguir ampliando una leyenda que parece ser casi imposible de alcanzar.
Michael Phelps buscará seguir haciendo historia en sus quintos Juegos Olímpicos
Tras dejar atrás problemas personales se convirtió en el primer nadador estadounidense en clasificarse para más de cuatro citas olímpicas.
El pasado 30 de junio, Phelps siguió dando brazadas hacia la inmortalidad. Y lo hizo a su estilo, pues en los 'trials' de la Federación de Estados Unidos, en Omaha, se clasificó para sus quintos Juegos al imponerse con comodidad en la final de los 200 metros mariposa. Allí venció con comodidad a sus rivales y tocó la placa con un tiempo de 1m 54,84s, la sexta mejor marca del año.
“Lo importante era entrar al equipo. Después de todo lo que sucedió, y después de haberme tenido que preparar como lo he hecho para este regreso, creo que esta ha sido la zambullida más difícil de mi vida. No me sentí cómodo ni en las series ni en la semifinal; y realmente tampoco me he sentido muy cómodo esta noche", dijo el deportista aquella noche de miércoles tras su clasificación a Río 2016.
Los obstáculos camino a Río
No todo ha sido triunfos y medallas en la vida de Phelps. Después una brillante participación en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde obtuvo ocho medallas de oro, consagrándose como el máximo medallista de oro en una sola edición de las justas, el nadado tuvo su primer percance.
A comienzos de 2009, Phelps admitió haber mostrado un comportamiento lamentable, luego de que la gaceta News of the World publicara una foto por en la que aparecía utilizando un 'bong' (pipa de agua), aparato utilizado para fumar marihuana, aunque, tras una investigación posterior, el departamento del Sheriff del Condado de Richland anunció que Phelps no sería procesado, ya que no había suficientes pruebas.
Debido a ese incidente, la Federación Estadounidense de Natación (USA Swimming) suspendió a Phelps por un período de tres meses, mientras que la firma Kellogg’s anunció que no renovaría su contrato publicitario con el nadador, quien en abril de ese año sería invitado a comparecer ante la Cámara de Delegados de Maryland y el Senado de Maryland, para ser condecorado por sus logros olímpicos.
Phelps luego demostró que el incidente no había afectado su nivel. En Londres 2012, el nadador sumaría seis medallas más, cuatro de ellas de oro y con ello se convertiría en el máximo medallista olímpico de la historia con 18 oros, 2 platas y 2 bronces. El día 4 de agosto de 2012, tras ganar su presea 22 en unos Olímpicos, durante la carrera de relevos 4x100 estilos donde ganó el oro con Estados Unidos, anunció su retirada de la natación.
Pero Phelps sorprendió a todos y volvería a competir el 24 de abril de 2014 y, tras casi dos años de retiro, protagonizó un regreso victorioso, estableciendo el mejor tiempo en las eliminatorias de los 100 metros mariposa en una reunión del Gran Premio de Natación de Estados Unidos.
Sin embargo, en octubre de 2014, Phelps fue sancionado por la Federación de su país por seis meses, una semana después de haber sido detenido en Baltimore por conducir bajo los efectos del alcohol. Aunque la sanción venció el 6 de abril de 2015, la Federación decidió también que el nadador no compitiera en los Campeonatos del Mundo que se disputaron en la ciudad rusa de Kazán del 2 al 9 de agosto de 2015.
De acuerdo a las autoridades, el auto de Phelps, de 29 años, circulaba a 135 kilómetros por hora en una zona en la que la velocidad estaba limitada a 70. El deportista se encontraba atravesando un túnel de la ciudad de Baltimore, donde reside, y, de acuerdo al comunicado policial, cuando el Land Rover que conducía el campeón olímpico fue detenido, el conductor “parecía estar bajo los efectos del alcohol” y “fue incapaz de realizar correctamente una serie de test básicos de sobriedad”.
Todo este suceso provocó que Phelps hiciera una transformación a su vida personal. Fue a terapia, dejó el alcohol, se comprometió con su novia, hizo las paces con su padre, de quien se había alejado, y el mayor cambio de todos fue que se convirtió en padre por primera ocasión en mayo, tras el nacimiento de su hijo Boomer.
De vuelta a los Olímpicos
Como todo gran campeón, Phelps no se dio por vencido y ahora quiere seguir más ampliando su leyenda en la historia del deporte olímpico. El nadador, ahora con 31 años de edad, permanece como la estrella más grande en un deporte que también cuenta con la adolescente sensación, Katie Ledecky, y una competencia cada vez más diversa de posibles campeones en todo el mundo.
Ahora se espera que Phelps sume de manera importante a su cosecha de medallas. Se clasificó en sus tres mejores eventos individuales y es posible que sea parte de los tres equipos varoniles de relevos en la potente delegación estadounidense.
Eso sí, lo que no se debe esperar es un nuevo regreso. “Es el final. Ya no más”, sentenció Phelps. Al preguntarle si estaba seguro de eso, el nadador más ganador de la historia respondió: "Fue todo. El cuerpo no da más. Es mi última competencia”.
Sin importar lo que suceda en Río, es así como realmente se quiere despedir, y su lugar en el Olimpo en la historia del deporte está garantizado.