Nadador implicado en el falso robo acepta donar casi 11,000 dólares a institución benéfica de Brasil

El nadador olímpico estadounidense Jimmy Feigen, uno de los cuatro implicados en un falso testimonio sobre un robo a mano armada en Río de Janeiro, acordó este viernes donar cerca de 11,000 a una organización benéfica de Brasil para resolver la disputa y regresar a Estados Unidos.

Jack Conger, Gunnar Bentz, Ryan Lochte y James Feigen denunciaron haber sido robados a mano armada por hombres vestidos de policía la madrugada del domingo tras una fiesta y mientras regresaban a la Villa Olímpica en un taxi. El incidente generó preocupación entre las autoridades de esta ciudad conocida por sus altos niveles de criminalidad.

Debido a inconsistencias y contradicciones de la denuncia original, la policía brasileña inició una investigación para determinar la veracidad del caso, que concluyó que los atletas no fueron robados, como contaron, y podrían enfrentar cargos por inventar un crimen y vandalizar bienes privados, dijo el jefe de la policía de Río de Janeiro, Fernando Veloso, en una rueda de prensa este jueves.

Melaragno Breno Costa, abogado de Feigen en Río, explicó que el acuerdo se alcanzó la madrugada del viernes después de la reunión con un juez y con funcionarios del Estado en una estación de policía, informó ABC.

Feigen acordó donar 35,000 reales (10,800 dólares) al Instituto Reacción, una organización benéfica de Brasil. Con ello, el pasaporte confiscado a Feigen le será devuelto y podrá salir de Brasil, según fuentes vinculadas al caso citadas por ABC.

El abogado de Feigen, referido por la AP, explicó que bajo la ley brasileña es posible dar un donativo para evitar ser procesado por delitos menores, aunque no precisó los cargos de los que se estaría librando su defendido.

También podrían ser sancionados en EEUU

El Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) reconoció este jueves públicamente que cuatro de sus nadadores se inventaron un supuesto asalto a mano armada en Río de Janeiro y pidió disculpas a la organización de los Juegos y a Brasil por su comportamiento. Y el invento no será gratuito, pues vendrá acompañado de probables consecuencias cuando terminen los juegos olímpicos.

"El comportamiento de estos deportistas no es aceptable y tampoco representa los valores del equipo de Estados Unidos ni la conducta de la mayoría de sus integrantes", afirmó el USOC en un comunicado, en el que advirtió que estudiará "potenciales consecuencias" para los nadadores una vez terminen los Juegos.

Además, el USOC pidió "disculpas" a "los anfitriones de Río y al pueblo de Brasil".

El comité olímpico estadounidense dio por buena la investigación de las autoridades brasileñas sobre el incidente que concluyó con la imputación de los nadadores James Feigen y Ryan Lochte por falsa comunicación de un delito, aunque no serán arrestados. El jefe de policía brasileña explicó que el FBI será el encargado de tomarles declaraciones.

Bentz y Conger dieron su testimonio el jueves por la tarde, después de que la policía brasileña les impidiera el miércoles abordar un avión hacia Estados Unidos.

Al abandonar un cuartel policial en el barrio de Leblon, caminaron entre una multitud de periodistas y curiosos sin detenerse o hablar. Unas cuantas personas les gritaron "mentirosos" y "sinvergüenzas".

Ambos pudieron regresar a Estados Unidos este jueves sin cargos en su contra. Lochte ya había vuelto a EEUU el martes y Feigen todavía permanece en Brasil, pero ya testificó el domingo.

La verdad sale a flote

"Lo que la policía puede confirmar es que no hubo ningún robo como fue reportado inicialmente por los atletas. No fueron víctimas de una acción criminal", declaró Fernando Veloso, jefe de la Policía de Río de Janeiro, durante una rueda de prensa. "Las imágenes (de los videos de seguridad) no muestran ningún tipo de violencia contra ellos", agregó.

Este jueves, Veloso explicó lo que realmente ocurrió. Los cuatro atletas salieron de una fiesta en la Casa Francia y se detuvieron en una gasolinera, fueron al baño y "deliberadamente uno o todos ellos comenzaron a vandalizarlo" dañando algunos espejos, la jabonera, un cartel de publicidad y una papelera.

Tras lo ocurrido, explicó, algunos empleados intentaron controlar la situación, entre ellos el guardia de seguridad del lugar, que se encontraba armado. Luego, pagaron los daños con un billete de 20 dólares y otro de 100 reales. Finalmente se marcharon sin esperar a la policía. Esta versión fue confirmada por uno de los atletas.

Todo quedó grabado en las cámaras de seguridad de la gasolinera, cuyas imágenes ahora son utilizadas como evidencia en la investigación del caso.

Desde el pasado lunes, la policía ha interrogado a distintos testigos, entre ellos, los empleados de la bomba, el conductor de un taxi, dos mujeres y una persona más que sirvió de traductor durante el incidente. Ninguno de ellos fue identificado por la policía durante la rueda de prensa.

Uno de los guardias de seguridad habría dicho que Lochte, ganador de 12 medallas olímpicas, era quien se encontraba más enojado y nervioso, "probablemente porque estaba bajo el efecto de bebidas" alcohólicas, explicó Veloso.

Un portavoz del Comité Olímpico brasileño dijo a Reuters que ya es el momento de pasar la página en torno al incidente. Mario Andrada indicó que los nadadores "estaban tratando de divertirse, trataban de representar a su país de la mejor manera".

"Compitieron bajo una gran presión. Dejémoslos tranquilos. A veces haces cosas de las que luego te arrepientes. Se divirtieron, cometieron un error y la vida continúa".

Jeff Ostrow, abogado de Lochte, dijo previamente que no había duda de que el robo ocurrió.

"¿Por qué alguien inventaría esto?", indicó el propio medallista olímpico el miércoles en una entrevista con NBC. "Es simplemente ridículo".