Aterrizar un ala delta requiere de un alto grado de precisión y destreza, así que hacerlo sobre el ala de un planeador en pleno vuelo parecería imposible. Pues esto fue precisamente lo que hizo el piloto Matjaž Klemenčič a finales del año pasado en el valle del Soča, en Eslovenia.
Nunca antes visto: Un piloto esloveno se para en el ala de un avión en pleno vuelo
El esloveno Matjaž Klemenčič aterrizó un ala delta sobre un planeador en medio del aire, una peligrosa maniobra nunca antes vista.
El objetivo de la hazaña fue poner ambos pies sobre el ala de un avión no motorizado. Para Matjaž Klemenčič, el avión ideal para el proyecto fue un planeador tipo Blanic por su habilidad de volar lo suficientemente lento (aproximadamente 40 mph) para que un ala delta pudiera alcanzarlo. En cuanto al conductor indicado, Klemenčič escogió a su amigo esloveno Nejc Faganelj, un piloto supremamente experimentado y lo suficientemente loco para realizar el proyecto. Para la ubicación, Faganelj y Klemenčič eligieron el valle sobre el río Soča, en Eslovenia, no solo por su belleza natural, sino también por el poco tráfico aéreo que tiene, lo que les brindó suficiente espacio para maniobrar las naves en caso de que se presentara algún imprevisto.
La hazaña fue un enorme reto de velocidad, precisión y sincronización. Klemenčič, quien maniobró el ala delta, necesitaba alcanzar la velocidad ideal con respecto al planeador, lo que es supremamente difícil en aviones no motorizados. Si el ala delta descendía muy rápido, podía sobrepasar al planeador, corriendo el riesgo de un choque; si iba muy lento, podía quedar atascado en la turbulencia del planeador. Además, Klemenčič tenía que ser muy cuidadoso de no pisar con tanta fuerza sobre el ala del planeador para no sacarlo de control.
Luego de tres días de preparación y de varios intentos, los eslovenos sincronizaron sus naves de manera milimétrica, lo que les permitió terminar la misión. Ante la hazaña, Klemenčič dijo: “Fue un momento breve, pero en mi mente perdurará por siempre”.