Cuatro alpinistas murieron en el Everest, anunciaron el viernes las autoridades y organizadores de expediciones, lo que eleva en esta temporada a ocho el número de víctimas mortales en el techo del mundo, donde el gran flujo de montañistas crea peligrosos embotellamientos en la llamada "zona de la muerte".
Otros cuatro muertos en el Everest, ocho en lo que va de temporada
Hasta el jueves, unos 550 alpinistas habían coronado este año el Everest, según datos de las autoridades nepalíes. Dos indios, un austríaco y un nepalés murieron en la montaña, en los últimas 48 horas.
Este año también se han formado atascos impresionantes en esta montaña de 8,848 metros. Se debe a las condiciones meteorológicas, porque entre finales de abril y finales mayo las condiciones son menos extremas en la cima del mundo, y más ventajosas por tanto para el ascenso.
Hasta el jueves, unos 550 alpinistas habían coronado este año el Everest, según datos de las autoridades nepalíes. Dos indios, un austríaco y un nepalés murieron en la montaña, en los últimas 48 horas.
La india Kalpana Das, de 52 años, llegó a la cima pero murió el jueves por la tarde cuando bajaba. Otro montañero indio, Nihal Bagwan, de 27 años, también falleció en el descenso.
"Estuvo bloqueado en el embotellamiento durante más de 12 horas y estaba agotado. Unos guías sherpa lo trajeron al campo 4 y allí murió", relató Keshav Paudel de la agencia Peak Promotion.
En el lado tibetano de la montaña, menos frecuentado que el nepalés, murió un montañero austríaco de 65 años, anunció un organizador de expedición.
También falleció un guía nepalés de 33 años en un campamento de base, tras haber enfermado en el campo 3 a 7,158 metros de altura.
Impresionantes fotos han mostrado en los últimos días una larga fila de muy abrigados alpinistas, muy cerca unos de otros, arrastrando sus botas de escalada en la cresta ubicada entre la cima y el desfiladero sur, donde se halla el último campamento en la vertiente de Nepal.
Según los expertos, este atasco se debe también a la proliferación de permisos de escalada así como al reducido número de ventanas meteorológicas adecuadas para llegar a la cima. Así, todas las expediciones lanzan el asalto final al Everest durante los mismos días.
A esta altura extrema, el óxígeno es más escaso en la atmósfera y los alpinistas deben recurrir a botellas de oxígeno para llegar a la cima. Una altura superior a 8 mil metros sobre el nivel del mar es considerada como la "zona de la muerte".