Tarde triunfal en Guadalajara

GUADALAJARA, México.- En tarde agradable y con gran ambiente, se llevó a cabo el festejo en la Plaza Nuevo progreso de Guadalajara,  en la que se presentaron Juan Pablo Sánchez, Diego Silveti y Fermín Espinosa “Armillita”.

Se lidiaron seis toros de la ganadería de Los Encinos de buena presentación y juego, de los que destacaron el segundo que fue premiado con el arrastre lento y el cuarto que fue indultado, de nombre Hocicudo.

Con su primer toro, Juan Pablo Sánchez dejó muletazos largos y templados por el pitón derecho del astado que tenía mucha clase pero estaba justo de fuerza. Por el pitón izquierdo tenía poca transmisión por lo que el torero hidrocálido volvió a pegar  derechazos con mucho temple y al final dejó media estocada que le valió el corte de una oreja.  

Con su segundo astado, Juan Pablo Sánchez volvió a deleitarse por el lado derecho toreo con muletazos largos y tandas con mucho empaque. Por naturales también pudo dejar grandes pasajes con un toro que no se cansaba de ir a la muleta y que se conjugó con el buen toreo del hidrocálido que ha dejado una faena para el recuerdo, muletazos llenos de sentimiento y torería adornaron la labor de Juan Pablo que cuando decidió ir por la espada, el público pidió el indulto y el juez lo concedió.

Diego Silveti ante su primero se topó con otro gran toro de Los Encinos, El torero de Guanajuato salió decidido desde el inicio y realizó grandes quites por chicuelinas.

Con la muleta, Diego comenzó su faena con estatuarios muy ceñidos que arrancaron los olés del tendido. Después, el torero corrió la mano por ambos lados con gusto ante la nobleza mostrada por el gran toro de la ganadería de Los Encinos.

Silveti culminó su faena de muleta con manoletinas ajustadas que calaron en los tendidos, para terminar con una gran estocada y ante la petición le fueron concedidas las dos orejas luego de una gran estocada.

Con el quinto de la tarde, Diego Silveti volvió a salir a por todas a pesar de toparse con un toro sin clase; por el pitón derecho pudo pegar dos buenas tandas pero el toro comenzó a rajarse por lo que decidió tirarse a matar y dejó una buena estocada que fue premiada con las palmas del público.

Fermín Espinosa “Armillita” tuvo que enfrentar al peor toro de la tarde, el tercero, un astado que se quedaba muy parado, por lo que Fermín decidió abreviar su labor; mató tras tres pinchazos y una estocada y fue silenciado.

Con el sexto de la tarde, el torero hidrocálido pudo redimirse con el público y realizó una faena con buenos muletazos por ambos lados que calaron mucho en el tendido que le valieron el corte de un apéndice.