Tiger y Roger: dos veteranos gigantes que regresan para ir cuesta arriba
TIger Woods y Roger Federer superaron sus problemas de salud, pero este año parten de posiciones poco favorables
En la década pasada, el tenis y el golf tuvieron un nombre y apellido. Dos hombres que redefinieron el juego y marcaron una época.
Hablar de sus ocasos es relativo. Han sido larguísimos y, con diferentes magnitudes, dramáticos. Uno con temas de escándalos extradeportivos y otro con un descenso lento, pero constante en su rendimiento.
Pero si 2016 les fue particularmente difícil, fue por sus lesiones.
Tal parece que el primer propósito de Tiger Woods y Roger Federer es volver a los primeros planos de sus disciplinas. Vamos con cada caso por separado.
Tiger Woods
Un divorcio caótico provocado por infidelidades bajó al golfista estadounidense de la cima a la tierra. Pero además, cuando parecía que podía volver a los primeros planos, la espalda no lo dejó salir de la trampa de arena.
Woods no juega desde agosto de 2015 y, en el inter, ha sufrido dos cirugías. Sólo participó en el Hero World Channel, en diciembre pasado, un torneo que organiza él mismo a través de su fundación, y en el que terminó en el lugar 15 de 17 participantes.
La fórmula según Woods es jugar. Jugar mucho. ¿Tal vez demasiado? En cinco semanas participará en cuatro torneos: el de Torrey Pines en San Diego (26 a 29 de enero), después el Omega Dubai Desert Classic (2 a 5 de febrero), más tarde el Genesis Open en el Riviera Country Club de Los Angeles (16 al 19 de febrero) y finalmente el Honda Classic, en Florida (23 a 26 de febrero).
Sí, hicieron bien las cuentas: Tiger Woods jugará cuatro torneos en cinco semanas, incluido un brinco de 12 husos horarios para estar en Dubai y lo mismo de regreso.
Roger Federer
Uno de los golpes más duros que se llevó el deporte en 2016 fue el anuncio de Roger Federer sobre su ausencia para los Juegos Olímpicos de Río.
Decidió dar por terminada su temporada por una lesión en la rodilla que se agudizó durante su participación en Wimbledon, donde llegó a las Semifinales. La ausencia de seis meses en el circuito le costó cara, pues cayó hasta el lugar 17 de la clasificación, el más bajo que ha tenido desde 2001.
Desde la primera semana del año, Federer volvió a las pistas para participar en la Copa Hopman. A sus 35 años, no es que vaya a tener un calendario más pesado, como Tiger Woods, pero el camino a su décimo octavo título de Grand Slam se complica conforme baje más puestos en el ranking mundial, ya que eso lo obliga a enfrentarse a los favoritos desde rondas más tempranas.
Por lo pronto, Federer ya demostró que está en forma, al eliminar al número 5 del mundo, Kei Nishikori, e instalarse en Cuartos de Final. Y sin Murray ni Djokovic en el camino, ¿hasta dónde podrá llegar?
Sólo queda esperar a ver qué les depara 2017 a estas leyendas del deporte mundial que tendrán que ir cuesta arriba, algo que no vivían desde sus primeros años.