La organización del US Open mantiene los preparativos para celebrar el torneo en agosto en Nueva York, pero al mismo tiempo mira de reojo a las ciudades de Orlando, Florida, y Palm Springs, California.
US Open: en pie pero coquetea con Florida y California
Orlando y Palm Springs lucen como alternativas reales para albergar el Grand Slam.

Nueva York sigue siendo el epicentro de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus en Estados Unidos, lo que ha generado incertidumbre desde hace semanas alrededor de la celebración del US Open, el último torneo de Grand Slam del calendario tenístico.
El miércoles, The New York Times publicó que la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA) está "considerando seriamente" trasladar la sede a otro lugar en un intento de reducir los riesgos de la pandemia, y mencionó como opciones la ciudad de Orlando (Florida) y Palm Strings (California), donde se disputa el torneo Indian Wells.
El portavoz de la USTA, Chris Widmaier, dijo en un correo electrónico a la AFP que el objetivo de la organización sigue siendo celebrar el US Open en el lugar y fecha prevista --24 de agosto al 13 de septiembre--.
La decisión final sobre el futuro del Abierto se tomaría "de mediados a finales de junio", avanzó Widmaier.
Wimbledon y Roland Garros, los otros dos torneos de Grand Slam que restaban por jugar en 2020, fueron cancelados y aplazados a septiembre, respectivamente.









