El velocista jamaicano Usain Bolt declaró este lunes que Río 2016 serán los últimos Juegos Olímpicos de su carrera.
Usain Bolt: "Río 2016 son mis últimos Juegos Olímpicos"
El plusmarquista jamaicano aseguró que lo ha meditado mucho y ya decidió que no volverá a participar en la máxima competencia deportiva del mundo.
"Estos serán mis últimos Juegos Olímpicos. Sé que mucha gente no estará feliz pero serán los últimos, estoy seguro. Lo he pensado mucho tiempo y creo es el momento de hacerlo", afirmó el atleta de 29 años en una rueda de prensa en la Ciudad de las Artes, en Río de Janeiro.
La máxima estrella del atletismo mundial, ganador de seis medallas de oro entre los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012, aseguró sentir una emoción especial por la cita en Brasil y advirtió que, pese a ser la última aventura, su energía está intacta.
"Cuando uno es niño, siempre sueña con eventos como este. Yo amo competir, es lo único que me importa y me preparo cada día para eso. Competir es lo que me gusta y yo disfruto ganando".
"Me gusta entretener, es lo que sé hacer. Eso es lo que también la gente y ustedes, los periodistas, buscan con el deporte. Es parte de mi personalidad y creo que es el motivo por el que la gente me ama tanto", añadió el plusmarquista mundial de los 100 y 200 metros.
El 'Relámpago' tratará de obtener un nuevo triplete de la velocidad (100, 200 y 4x100) y despedirse de los Juegos por todo lo alto, aunque el nuevo reto que se ha marcado es batir la plusmarca de 200 metros que tiene fijada en 19.19.
Bolt explicó que para él los 100 metros no son estresantes y que tan solo se siente nervioso en los 200. "Realmente quiero batirlo, siempre he querido", señaló el jamaicano, que intentará bajar de los 19 segundos.
Tras asegurar que no cree que tenga un rival en especial, sino todos los demás corredores, volvió a expresar y a actuar con tremenda simpatía. Nada más comenzar pidió a los periodistas que aplaudieran más, se hizo un selfi y salió del escenario bailando junto a una batucada.
Así mismo, bromeó sobre el único problema que ha tenido desde que llegó a Río: Tuvo que comprarse su propia televisión. "No tengo nada de qué quejarme. El trabajo ha sido bueno, la pista de entrenamiento también. Siempre es bueno ir a un país diferente y sentir el cariño. He estado aquí antes, fui a la playa y siempre sentí el apoyo. Espero que ocurra en el estadio, porque es lo que realmente cuenta, sentir toda la energía".