RÍO DE JANEIRO, Brasil - Cerca del 30 por ciento de los voluntarios reclutados para trabajar en los Juegos de Río 2016 no se presentó a sus puestos, según estimaciones de la organización.
Voluntarios no acudieron a trabajar a los Juegos por los problemas económicos de Brasil
Otros trabajadores sin salario renunciaron debido a la falta de comida y las largas jornadas laborales en Río de Janeiro.
En conjunto, unos 50,000 voluntarios, tanto brasileños como extranjeros, fueron convocados a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos pero casi un tercio no se presentó, de acuerdo con fuentes del comité organizador citadas hoy por el diario Folha de Sao Paulo.
Las fuentes no concretaron los motivos de las ausencias, pero la crisis que sacude a Brasil y los elevados precios de los alquileres, que se han multiplicado durante los Juegos, pueden haber influido.
Los voluntarios constituyen una fuerza de trabajo sin la cual sería imposible realizar unos Juegos Olímpicos porque desarrollan las tareas más dispares, desde asesorar a los espectadores, hasta apoyar a los atletas e incluso actividades de control y, en casos concretos, actúan como intérpretes con los deportistas.
Su ausencia ha preocupado al comité organizador, que hace días les envió un mail recordando su compromiso e instándoles a incorporarse a sus puestos para integrarse a "un equipo grandioso que es responsable de los primeros Juegos de América del Sur".
El grueso de los voluntarios de Río son brasileños (80 por ciento), pero hay representantes de más de 150 países, en su mayoría procedentes de Estados Unidos, Gran Bretaña y Argentina, entre otros, según datos del Comité organizador.
El perfil indica que alrededor de un 80 por ciento tiene menos de 45 años y hay más mujeres que hombres, aunque la balanza está equilibrada.
La organización les entrega un uniforme y les ofrece una comida diaria y una tarjeta de transporte, pero no ayuda con gastos ni con alquileres.
Precisamente el elevado precio de los alquileres impulsó una campaña en vísperas de los Juegos para buscar alojamiento barato para los miles de voluntarios de Río, especialmente para los extranjeros.