El caso por violencia doméstica en el que está involucrado el pitcher mexicano de Los Angeles Dodgers, Julio Urías, está lejos de concluir, luego de que se diera a conocer que el reporte de las investigaciones pasó a la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de dicha ciudad, que podría determinar acusar penalmente al pelotero.
Caso de Julio Urías por violencia doméstica pasa a Oficina del Fiscal de LA
El lanzador mexicano de los Dodgers es acusado de golpear a una mujer a inicios de septiembre tras un partido de la MLS.
Julio Urías, agente libre de la MLB y abridor experimentado de los Dodgers, fue arrestado a inicios de septiembre por cometer un supuesto delito de violencia doméstica a la salida de un partido de futbol de la MLS en el BMO Stadium.
El arresto y posterior libertad bajo fianza de Urías tras pagar 50 mil dólares trascendió en el conjunto de LA, que no titubeó en poner a su jugador en licencia administrativa dando por finalizada su participación en la temporada de Grandes Ligas.
El arresto se dio la noche del 3 de septiembre luego de que un testigo llamara a la policía tras percatarse de una discusión entre un hombre y una mujer y una supuesta agresión física de quien resultó ser el jugador de MLB, Julio Urías.
El lanzador mexicano fue arrestado bajo sospecha de lesiones corporales contra su acompañante, pero salió bajo fianza cuatro horas después. Sin embargo, el reporte de los hechos entregado por el Departamento de Seguridad Pública cuatro días después provocó que las autoridades investigaran a fondo el caso durante tres meses. Una vez concluida la investigación, el caso paso a la Oficina del Fiscal de LA, el cual determinará su Julio Urías tendrá que ir a la corte o no.
A sus 27 años, Julio Urías es agente libre y sus problemas extradeportivos podrían privarlo de un jugoso contrato en las Grandes Ligas, el cual antes de dicho incidente se calculaba en al menos 200 millones de dólares.
La resolución del Fiscal podría provocar otra suspensión por parte de la liga para el pitcher mexicano, quien ya había sido acusado por violencia doméstica tres años atrás, pero sin consecuencias penales.