Una hechizo de más de ocho décadas solo podía romperse gracias a un milagro, porque no hay otra manera de describir lo que ocurrió en los Playoffs de hace 14 años.
La última vez que Boston y Yankees se vieron en Playoffs fue el inicio del conjuro de Ruth
Hace 14 años que los Red Sox y los Yankees no se enfrentan en Playoffs: la última vez fue un momento histórico para el béisbol de las Grandes Ligas.
Cada vez que los Red Sox y los Yankees se enfrentan es un momento especial, pero cuando se trata de una serie de postemporada, el orgullo está en juego para las novenas más tradicionales de las Grandes Ligas. La última vez que esto pasó fue en la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2004, un momento histórico para las Grandes Ligas, pero de manera aún más especial para Boston.
Aquella vez, los Yankees se fueron al frente 3-0, incluidas las dos primeras victorias en la 'Gran Manzana'. Nunca antes un equipo había remontado esa desventaja en las Grandes Ligas en series a ganar cuatro partidos.
No solo eso: New York aplastó 19-8 a Boston en el Juego 3 en Fenway Park, lo que parecía un golpe incontestable para los patirrojos.
Además, los Red Sox acumulaban 86 años sin un título de Serie Mundial, la maldición del Bambino, que pronunció 'Babe' Ruth cuando fue transferido de Boston a los Yankees sin su consentimiento.
Entonces inició el milagro: el Juego 4 se fue a extrainnings cuando Bill Mueller le conectó a un sencillo al legendario Mariano Rivera con el que anotó Dave Roberts para el 4-4 y, en la entrada 12, David Ortiz dejó tendidos a los Yankees con un homerun de dos carreras para el 6-4 definitivo.
Con la posible barrida evitada, el Juego 5 nuevamente se fue al alargue, luego de que se empatara 4-4 en la octava con otro cuadrangular de 'Big Papi' y un fly de sacrificio de Jason Varitek. En la entrada 14, Ortiz se volvió a vestir de héroe con un sencillo al central que llevó a Johnny Damon a home para el 5-4 final y regresar la serie a New York.
Ese choque duró 5 horas y 49 minutos, un récord de postemporada en aquel entonces.
En el sexto partido, Mark Bellhorn conectó un home run con dos compañeros a bordo que lideró un rally de cuatro carreras en la cuarta entrada que, combinado con una gran labor de pitcheo de Curt Schilling, fue suficiente para darle la victoria a Boston por 4-2 y lograr lo improbable: llegar al séptimo juego.
El 20 de octubre de 2004, ya nadie paraba a unos motivados Red Sox que hicieron sonar los bats una y otra vez en Yankee Stadium. Otro cuadrangular de dos carreras de David Ortiz en la primera entrada y un rally de cuatro en la segunda fue suficiente. Los Yankees ya no se levantaron y Boston llegó a la Serie Mundial por marcador de 10-3.
En el Clásico de Otoño, los Red Sox barrieron a los St. Louis Cardinals para conjurar de una vez por todas la maldición del Bambino, el sexto título de la franquicia y primero desde 1918.
Los Red Sox de 2004 aún son los únicos que se han levantado de un 3-0 en contra en Playoffs.