Si la temporada regular de las Grandes Ligas 2019 llegara a su fin este día, los Tampa Bay Rays estarían al menos asegurándose disputar el partido 163, es decir, el desempate en contra de los Oakland Athletics y si clasificaran a la Postemporada, a la ronda de comodines, habría sido una proeza al hacerlo con la nómina más baja de todo MLB.
Las claves del milagro de los Tampa Bay Rays en la temporada 2019
La nómina más modesta de MLB se perfila para ganar 95 partidos y meterse al Playoff, pero ¿cómo?
De acuerdo con información de Spotrac, el promedio de las nóminas en 2019 en las Ligas Mayores es de 136.1 millones de dólares, siendo la de los Boston Red Sox (227.4 mdd) la más elevada del béisbol de MLB y la de los Rays (62.3 mdd) la más modesta, ubicándose en la posición 30 entre las franquicias de la Gran Carpa.
Pero no es algo que en el receso de la temporada pasada se le haya ocurrido a la gerencia del equipo de Tampa, pues en 2015 ocuparon el puesto 29 en cuanto a nóminas, se mantuvo para 2016, en 2017 fueron la número 28 y en lo que se refiere a la pasada y a la presente, los Rays son la de menor valor monetario en MLB.
Lo que muchos se preguntan es ¿qué es lo que la oficina de los Rays sabe que los otros no para hacer rendir un roster y exprimirle hasta la última gota sin gastar en demasía? Es decir, cómo hacen para detectar el potencial en jugadores que otros no ven. Si sus evaluaciones son mejores que las de la competencia o los criterios que utilizan para medir las capacidades del pelotero les permiten ir más allá de lo ordinario.
En 2005 Stuart Sternberg se convirtió en el dueño de los Rays, transformando desde ese entonces una calamitosa franquicia en una historia de éxito, de competitividad y de saber maximizar los escasos recursos para rendir al más alto nivel en la difícil escena del béisbol ligamayorista.
Una de las virtudes en 2019 de este equipo radica en una de las fortalezas del juego: el pitcheo. Tampa Bay lidera a la Liga Americana con la mejor efectividad (3.53 ERA) y su ofensiva no desmerece, pues es la novena mejor del Joven Circuito en lo que a carreras se refiere.
Al edificar el roster para las pasadas dos temporadas, el equipo hizo énfasis en dos cosas: bateadores que le pegaran bien a lanzamientos rápidos y pitchers que tiraran 'fuego'. Este campaña, Tampa tiene seis bateadores entre los primeros 17 en lo que se llama contacto duro (que bateen lanzamientos rápidos) y el promedio de velocidad de los lanzadores de los Rays es de 94.1 millas por hora, que les vale para ser el quinto mejor de Las Mayores. Esto significa que el equipo es competitivo en los dos principales rubros del juego.
En la actual nómina, solo hay un jugador que recibe pago en doble dígito, y se trata del abridor Charlie Morton, con un sueldo de 15 millones de dólares, pero el segundo mejor pagado del club este año es el center fielder Kevin Kiermaier, quien recibe un salario de 8.1 millones.
El trabajo del manager del equipo, Kevin Cash, no puede dejarse de lado en la manufactura del equipo y en su funcionamiento. De él se elogian cosas como su buen humor, su inteligencia, y su concienzuda preparación para los partidos, todo eso mezclado con generar una buena relación con sus jugadores y absorber lo más importante de la información que llega desde la gerencia, abonan a la causa.
El cuerpo de integrantes del staff de los Rays incluye posiciones como coaches de procesos y analítica, habilidades mentales, un dietista enfocado en el deporte y alguien dedicado a la ciencia de la información en el béisbol. En 2018, el equipo tuvo un comienzo de 34-40 pero se recuperó para ganar 90 juegos y eso ha servido como base para la presente temporada, para la que de acuerdo con las proyecciones, se estima que puedan ganar 95 partidos con esta fórmula, que los tiene peleando con los Oakland Athletics, el equipo que adoptó la sabermetría como un método para edificar equipos de béisbol.