Chicago no duerme. Es difícil saberlo, pero quizás ninguno de los seis campeonatos de los Bulls, el de los Bears, o ni siquiera los tres de los White Sox hayan levantado semejante expectativa. Hay cosas que ocurren una sola vez en la vida y para los Cubs el día llegó.
Los Cubs vuelven a nacer, pero los Indians extienden una agonía de casi siete décadas
La afición de la novena de Cleveland perdió su mayor oportunidad de ganar un título que no logran desde 1948
Pero Cleveland tuvo, como dice el refrán, que bailar con la más fea. La sequía de 68 años sin un título no es poca cosa. De hacer sido otro el rival, los focos habrían estado más expuestos sobre ellos, pero 108 años son más y simplemente quedaron como comparsas de la Serie Mundial más emocionante y significativa de la historia.
Probablemente también, el Juego 7 de la Serie Mundial de 2016 haya sido el más cruel de la historia. Uno terminaría su condena y el otro la alargaría por tiempo indefinido. Ver el vaso medio lleno o medio vacío. La tristeza de los Indians, derrotados en casa luego de tener la serie a su merced por 3-1, difícilmente encontrará consuelo.
La paradoja, además, es que pese a que no es una celebración oficial en Estados Unidos, millones de hispanos en su territorio celebran el día de los muertos, una tradición mexicana, el 2 de noviembre, justo cuando se realizó el Juego 7. Uno de los dos permanece en la zozobra.