HOUSTON-- No les dieron una victoria en su parque, pero sí un desfile de celebración: los Washington Nationals son los nuevos campeones de las Grandes Ligas al vencer 6-2 a los Houston Astros en el séptimo juego de la más inusual de todas las Series Mundiales.
Los Nationals desafían toda lógica y conquistan la Serie Mundial
Washington venció 6-2 a Houston en el Juego 7 para ganar su primer título de las Grandes Ligas.
Nunca un Clásico de Otoño había sido ganado enteramente por equipos visitantes. Es más, ni siquiera una serie a ganar cuatro de siete partidos en ninguna de las Ligas más populares de Estados Unidos, ya sea la NBA, la NHL o la misma MLB.
Los Nationals, quienes ganaron solo 19 de sus primeros 50 juegos de la temporada regular, desafiaron toda lógica posible. Perdieron tres en casa, pero ganaron cuatro en el parque más inexpugnable de las Mayores, el de Houston, donde solo 21 de 81 ocasiones se impuso la visita.
Los mismos Nats que pusieron como “canto de guerra” una canción infantil y que nunca habían jugado un Clásico de Otoño se portaron como unos feroces guerreros en el sur de Texas. Los mismos que no se intimidaron con un abridor rival infranqueable por dos tercios del partido y que apenas vieron una grieta, invadieron.
El parque de los Astros entró en ebullición permanente desde antes del playball. No era para menos: una ciudad que nunca había recibido un séptimo juego de Serie Mundial, que hace cinco años era una de las peores.
En la segunda, Yulieski Gurriel abrió el marcador con un cuadrangular solitario entre jardín izquierdo y central. La chispa que encendió al Minute Maid Park. El abridor Max Scherzer no lucía sólido, pero lograba salir de apuros en cada capítulo. Para la quinta, un sencillo de Carlos Correa llevó a Gurriel al home para la segunda carrera de Houston que, pese a la ventaja, dejaba hombres en los senderos casi a cada entrada.
El abridor de Washington tuvo labor en la lomita de cinco entradas, con siete hits y dos carreras limpias admitidas, además de tres ponches y cuatro bases por bolas. Se fue sin decisión.
Zack Greinke, en cambio, lució dominante durante seis innings, en los que recibió un hit en tan solo 67 lanzamientos, pero en la séptima, Anthony Rendón le botó la pelota por el jardín izquierdo y rompió la espiral de dominio de los Astros.
El manager AJ Hinch optó por sacar a Greinke tras darle una base por bolas a Juan Soto, pero el remedio (el relevista) salió peor que la enfermedad, pues Howie Kendrick le repitió la dosis a Will Harris, con un hombre a bordo, para darle la vuelta a la pizarra por 3-2.
La labor de Greinke de seis entradas y un tercio con dos hits, permitiendo dos carreras limpias y tres ponches, quedó solo para la estadística y la memoria de quienes lo vimos. Pero más que a su bullpen, quedarse sin decisión se puede acreditar a su ofensiva que, para ese momento, había dejado a nueve hombres en base.
Tuvo que entrar el mexicano Roberto Osuna, en una inusual labor de no cerrador, para apagar el fuego de una séptima que no fue fatídica, sino de terror para los Astros, que recibieron 12 carreras en ese inning por acumulado durante los siete Juegos, 11 de las cuales se tradujeron en tres derrotas.
En la octava, Soto, quien fue el sinónimo de la antipatía para la afición de los Astros, conectó un sencillo por jardín derecho que llevó a Adam Eaton desde segunda a la registradora ante la serpentina del mexicano Osuna. La ebullición del Minute Maid Park se apagaba lentamente. Kendrick conectó otro sencillo para colocar hombres en las esquinas y sacar a Osuna, quien lanzó una entrada y un tercio con dos hits y una carrera limpia.
El otro mexicano, José Urquidy, quien se volvió la revelación de la serie con su victoria en el Juego 4, entró en la novena con la casa llena y un out que le dejó Joe Smith, pero Eaton lo recibió con un sencillo que trajo dos carreras más a la cuenta de los Nationals.
Patrick Corbin, quien relevó a Scherzer desde la apertura de la sexta y había perdido el Juego 4, se apuntó la victoria y se redimió con trabajo de tres entradas completas, dos hits y tres ponches. Daniel Hudson retiro la novena entrada con elevado al cuadro de George Springer y ponches a José Altuve y Michael Brantley.
Tras su extraordinaria labor en el Juego 6, con una salida de 8.1 innings, Stephen Strasburg fue designado como el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial 2019.
Houston tendrá que esperar para ganar un título en casa, pero probablemente menos que los 50 años, en dos países, que demoraron los valerosos Nationals.