Las dos veces que los Houston Astros han llegado a una Serie Mundial, tanto en 2017 como ahora en 2019, lo han logrado a costa de la organización más laureada en la historia de las Grandes Ligas, los New York Yankees, y la primera vez resultó en un envión anímico para que la novena texana capturara su primer título en el Clásico de Otoño, aquella vez ante los LA Dodgers.
Pasado, presente y futuro para entender a los Houston Astros
De tener el nombre de pistola, a buscar ser relevantes y ganar su primera Serie Mundial.
El rival en esta ocasión no tiene la prosapia de unos Yankees o Dodgers pero no deberían mirar a los Washington Nationals por encima del hombro porque fueron muy superiores en los números (107 de Houston por 93 de los Nats), porque en las nóminas existe una paridad muy escasa, de unos 500 mil dólares para ser precisos, siendo la 7 la de los Astros y la 8 la de los Nationals.
De los dos equipos, son los Nats quienes tienen de su lado al jugador más caro, el caso de Max Scherzer, quien en 2019 acabará cobrando por sueldo anual 37.5 millones de dólares, el 22.8 por ciento de la nómina de Washington. Justin Verlander ocupa ese rol en Houston, al cobrar este año 20 millones, el 11.8 por ciento de la nómina de los Astros.
Más allá de los números y las comparaciones, el lineup de los Astros parece no darle descanso al pitcheo rival, cualquier bateador puede ser capaz de definir un juego. Simplemente basta recordar la dramática manera en la que resolvieron la Serie de Campeonato de la Liga Americana, en el Juego 6, con un cañonazo del venezolano José Altuve en contra del lanza fuego de los Yankees, el 'misil cubano' Aroldis Chapman.
Houston es un equipo respetado a lo largo de las Grandes Ligas, en buena medida porque de 2011 a 2013 ostentaron el peor récord del beisbol de MLB, ganando en ese lapso apenas arriba del 30 por ciento de sus juegos disputados, para en 2017 dar un gran salto de calidad, un vuelco a la franquicia que además de pasar de la Liga Nacional a la Americana, los de la 'Ciudad Espacial' fueron edificando un equipo con peloteros hechos en casa, en el sistema de sucursales y agentes libres de bajo perfil, que luego fue redondeado con grandes nombres como el de Verlander, y el resultado ha sido excelso.
Uno de los grandes responsables de ese éxito es el gerente general de los Astros, Jeff Luhnow, curiosamente nacido en la Ciudad de México. Detrás de aquella portada de la revista Sports Illustrated del 30 de junio de 2014 con un mozalbete George Springer en primer plano, prediciendo que el entonces desastroso equipo de Houston sería campeón en 2017 (de manera muy acertada), estaba la mano de Luhnow como el arquitecto de este proyecto que no solo se mantiene y sigue vigente, sino que es un arquetipo que otros han buscado imitar en las Mayores.
Antes de que los Astros se volvieran relevantes únicamente habían llegado a la Serie Mundial en 2005, cuando fueron barridos por los Chicago White Sox, quienes quebraron una sequía de 88 años sin capturar un campeonato en las Grandes Ligas, pero en realidad había pocas cosas por las que la gente tenía en mente a este equipo que originalmente se llamó (de 1962 a 1964) los Houston Colt 45's, sí, haciendo alusión a la célebre pistola de ese calibre.
Es difícil reunir a más de 10 nombres célebres que hayan pertenecido a esta franquicia antes de este núcleo que ha logrado notoriedad. Justo sería hablar de peloteros como Nolan Ryan, Jeff Bagwell, Ken Caminiti, Craig Biggio, Roy Oswalt y Lance Berkman. Pero es este actual grupo de jugadores que están dándole prestigio y respeto a los Astros que pudiera ser duradero.