Pete Rose

    Pete Rose, rey de los ‘hits’ de la MLB, muere a los 83 años

    El nativo de Cincinnati ganó tres títulos de la Serie Mundial durante su carrera, incluidos dos con los Reds de su ciudad natal.


    Por:
    Jaime Bernal.


    Video Pete Rose, rey de los hits en la Grandes Ligas, muere a los 83 años
    El nativo de Cincinnati ganó tres títulos de la Serie Mundial durante su carrera, incluidos dos con los Reds de su ciudad natal.
    1:25 mins

    Pete Rose, gran leyenda de la Major League Baseball (MLB), murió este lunes a los 83 años de edad, aunque aún no se conocen detalles de sobre su fallecimiento.

    El agente del expelotero fue quien confirmó la noticia la medio TMZ. Rose pasó 24 años en las Grandes Ligas y se retiró como el líder de hits de todos los tiempos de la MLB, entre otras cosas.

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    Rose, nativo de Cincinnati, comenzó su carrera con los Reds en la campaña 1963 y pasó las primeras 16 temporadas con esa organización. Ganó un par de títulos de la Serie Mundial en 1975 y 1976.

    Posteriormente, Rose pasó cinco años con los Philadelphia Phillies, equipo con el que ganó su tercer título de la Serie Mundial en 1980.

    Luego pasó la mitad de una temporada con los Montreal Expos en 1984 antes de regresar a Cincinnati ese año para concluir su carrera como jugador.

    Rose terminó con 4.256 hits, que es la mayor cantidad en la historia de la MLB. Es uno de los dos jugadores, junto con Ty Cobb, que incluso superan la marca de los 4.000 hits.

    Rose también tiene récords de la MLB en juegos disputados (3.562), apariciones en el plato (15.890) y turnos al bate (14.053).

    UN ESCÁNDALO NO LO DEJÓ ENTRAR AL SALÓN DE LA FAMA

    En su exitosa carrera ganó tres títulos de bateo y dos premios Guante de Oro y recibió 17 nominaciones al Juego de las Estrellas. Fue el Jugador Más Valioso (MVP) de la liga en 1973, cuando tuvo un promedio de bateo de .388 con 230 hits, cinco jonrones y 64 carreras impulsadas.

    No obstante, la carrera de Rose terminó en un escándalo, ya que se le prohibió participar en el deporte en vivo en 1989 por apostar en los partidos mientras era mánager de los Reds, incluso en los partidos de su propio equipo.

    Esa prohibición de por vida lo ha mantenido fuera del Salón de la Fama del Béisbol.


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