¿Qué nos espera para el Juego 7 de la Serie Mundial entre Astros y Dodgers?
Los Angeles y Houston definirán al campeón de la MLB este miércoles, para cerrar un Clásico de Otoño impredecible y desbordante de emociones.
Un séptimo juego de Serie Mundial es un espectáculo garantizado, pero en una Serie Mundial como esta entre Dodgers y Astros, que ha resultado una impredecible montaña rusa de emociones, es mejor no esperar nada y disfrutarlo todo.
Esta confrontación nos ha regalado desde duelos cerrados de pitcheo como en los Juegos 1 y 6 hasta el descontrol de las ferias de batazos del segundo y el quinto. No digamos la voltereta impensable en la novena de los Dodgers en el cuarto que, a la larga, es lo que los tiene en esta instancia.
Se repetirá el duelo de abridores del Juego 3, pero en diferente escenario. Aquella vez, el japonés Yu Darvish fue sacudido por la artillería de Houston en la segunda entrada en el Minute Maid Park y a la larga, la diferencia de cuatro carreras que se gestó ahí fue imposible de recuperar para los Dodgers, que cayeron 5-3, gracias a una labor aseada de Lance McCullers Jr.
Dave Roberts se mostró muy osado aquella vez al llevar a un pitcher donde era conocido de sobra, pues durante cinco temporadas y parte de la actual, Darvish jugó para los Texas Rangers, rival divisional de los Astros. Sin embargo, en un Juego 7, sin nada por delante, al primer pestañeo saldrán los abridores y presenciaremos un largo desfile de pitchers de maneras que resultarían impensables en cualquier otro momento de la temporada.
¿ Clayton Kershaw en la cuarta entrada? ¿ Justin Verlander en la sexta? ¿ Brandon Morrow en la tercera? ¿ Francisco Liriano en la séptima? Tendríamos que estar en las cabezas de Roberts y su contraparte A.J. Hinch para siquiera tratar de dilucidar la posible estrategia para el partido más importante de sus carreras.
Un territorio, además, desconocido para ambas novenas. Los Dodgers no juegan un séptimo partido de Serie Mundial desde 1965 (con Sandy Koufax como abridor, para que lo dimensionemos mejor), en tanto que los Astros apenas han cosechado sus primeras victorias en Clásicos de Otoño, en su segunda aparición.
Chase Utley, el único pelotero de los Dodgers con experiencia en Serie Mundial, jugó las ediciones de 2008 y 2009 con los Philadelphia Phillies, pero ninguna se alargó tanto. Salió campeón en la primera sobre los Tampa Bay Rays.
Por los Astros, Carlos Beltrán jugó la de 2013 con los St. Louis Cardinals, mientras que Justin Verlander participó en las de 2006 y 2012 con los Detroit Tigers. Ninguno de ellos tiene aún un anillo de campeón, ni sus series llegaron al Juego 7.
Resulta extraño ver que la primera Serie Mundial desde 1970 con dos equipos con 100 o más victorias en temporada regular tenga tan pocos peloteros con experiencia en duelos decisivos. Por eso no deberá sorprendernos que los nervios afloren. El trabajo mental que realicen Hinch y Roberts previo al partido será fundamental.
Si tenemos memoria de lo que pasó hace un año, recordaremos que Indians y Cubs nos regalaron el que probablemente ha sido el partido más grande en la historia de las Ligas Mayores, no solo por la calidad de juego y emociones que brindaron, sino también por el contexto de ver a dos equipos con 68 y 108 años sin ser campeones respectivamente.
No son números tan espectaculares, pero los 29 años sin título de los Dodgers y los 65 de los Astros desde su fundación sin conocer la gloria, son razones suficientes para esperar que ambas novenas salgan con el cuchillo entre los dientes.
Porque tan sorpendente nos ha demostrado ser el béisbol en los últimos nueve días, que no podemos saber si los peloteros de Los Angeles y Houston tendrán una nueva oportunidad de ser campeones.