SOCHI, Rusia.- Sochi es el destino turístico de playa más importante de este país, sede de Juegos Olímpicos y quizás por primera vez en su historia el idioma que predominó fue el español.
Día 5: de cuando el Canal de Panamá llegó a las orillas del Mar Negro
El debut de Panamá en Copas del Mundo provocó el desplazamiento de una oleada de fanáticos canaleros al mayor destino turístico de playa de Rusia.
Desde la mañana empezaron a llegar miles de panameños para el partido ante Bélgica, un duelo histórico, pues se trató de su debut mundialista.
Sochi está a la orilla del Mar Negro, en el krai -provincia o región- de Krasnodar. Su población de es de aproximadamente 370 mil habitantes, pero tomó notoriedad a nivel internacional por ser la sede de los Juegos Olímpicos de invierno de 2014 y porque desde ese mismo año también alberga el Gran Premio de Rusia de la Fórmula 1.
El GP de Rusia, de hecho, se celebra en un autódromo que forma parte del Parque Olímpico, que está a solo unos pasos de la costa del Mar Negro. Ahí también se encuentra el Estadio Fisht, sede del partido de esta tarde entre belgas y panameños.
Los Olímpicos de Sochi causaron controversia por su costo de 51 mil millones de dólares, que los convirtieron en el evento deportivo más caro de la historia, incluso delante de la opulenta edición de verano de Beijing 2008.
El verano ruso es benévolo con temperaturas de aproximadamente 20 grados celsius, no comparables, quizás, con el calor de Ciudad de Panamá y su canal que recorre el estrecho paso del Atlántico al Pacífico, pero el Mar Negro se convirtió en una pequeña extensión de su país.
Fuera del estadio y del Fan Fest, la ciudad vivió un remanso de paz mientras se celebró el partido. Prácticamente todos los efusivos panameños que viajaron a Sochi estaban en el Fisht, siendo testigos de un partido donde, lo de menos, era el resultado.
Panamá mostró personalidad en el primer tiempo y evitó ser dañada por la poderosa ofensiva de los Diablos Rojos, pero una genialidad de Dries Mertens apenas al minuto 2 del complemento sepultó cualquier esperanza de los centroamericanos.
Pese al 3-0 final en su contra, para las decenas de miles de los panameños ya el simple hecho de ser parte de un Mundial era suficiente motivo de orgullo. No hubo un ápice de arrepentimiento por el largo viaje. Aún pasada la medianoche de Sochi se podían escuchar cantos y porras para Panamá, que dio hoy el primer paso para consolidarse como una selección competitiva. Al tiempo.