El fútbol se acaba, el Mundial se termina y la nostalgia llega, pero Moscú no deja de sorprender.
El Museo del Fútbol en Moscú: un oasis para los días sin partidos
El museo itinerante de la Copa del Mundo es visitado por cientos de aficionados al fútbol día con día.
Al oeste de la capital rusa se erige un rincón que se convirtió en un auténtico oasis para los fans del fútbol ante la ausencia de juegos y el inminente final.
Basado en el museo que la FIFA tiene en Zurich, este rincón es sin duda imprescindible para los aficionados que han viajado a la Copa del Mundo.
Desde la entada ya es un espectáculo, pues el calendario de todo el Mundial luce en sus vitrales y después aparecen las playeras de las 32 selecciones con los murales de las grandes aficiones que hicieron el viaje desde todo el orbe.
Entonces también aparecen los grandes protagonistas de este juego.
La exposición tiene la curiosidad de que alberga los balones de cada uno de los partidos que se han disputado en Rusia 2018.
Desde el esférico de la inauguración en la que Rusia goleó a Arabia Saudita hasta el balón de aquella tarde histórica en el Luzhniki donde México le pegó a Alemania, todos los balones están presentes esperando por el de la final.
El museo también combina historia y tecnología.
Videos e interactivos de los partidos más importantes en la historia de los Mundiales hasta las indumentarias de los grandes astros del fútbol en las Copas del Mundo.
Jorge Campos es el gran representante de México con su peculiar forma de vestir en Estados Unidos 94 que le dio la vuelta al mundo, México 70 y México 86 también dejaron huella y la exponen en Moscú.
Es así como el Museo itinerante de Rusia 2018 abre sus puertas y se convierte en un bálsamo para los días en los cuales la pelota rueda.