Mundial Rusia 2018
En fotos: Bélgica hace un partido perfecto y vence 2-1 a Brasil para eliminarlo
Los belgas regresan a una semifinal de Copa del Mundo tras 32 años de ausencia; la 'Canarinha' queda fuera en cuartos por tercera vez en su historia.
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Las selecciones de Bélgica y de Brasil se encontraron en Kazan Arena por los cuartos de final de la Copa del Mundo Rusia 2018 tras convincentes actuaciones en octavos de final.
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Brasil superó 2-0 a México en la ronda previa y buscaban llegar a la semifinal por segundo Mundial consecutivo, aunque en la edición pasada, esa ronda les sigue sacando lágrimas a la 'Canarinha'.
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Bélgica llegaba a esta ronda por segundo mundial consecutivo; en México 1986 alcanzaron las semifinales. Aunque este día eran colocados como las víctimas ante la poderosa Brasil.
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Inmediatamente, nada más escucharse el silbatazo inicial, la defensa brasileña se volcó sobre Romelu Lukaku (9), un peligroso jugador de ataque para la selección belga, con y sin el balón.
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Pero en Bélgica hicieron exactamente lo mismo con Neymar Jr, su astro. Marouane Fellaini (8) de inmediato llegó a hacerle sentir su presencia al controversial jugador del PSG.
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El árbitro serbio Milorad Mazic le llamó la atención a Fellaini por la dura falta sobre el astro brasileiro, ante la mirada de Philippe Coutinho (11). Pero se mantuvo crítico de las farsas de 'Ney'.
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Y Brasil de inmediato comenzó a ejercer presión sobre el equipo belga. A los 8 minutos de partido Thiago Silva estrelló el balón en el poste de la cabaña belga. No alcanzó a conectar el balón.
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El portero belga Thibaut Courtois abrió los ojos tan grande como pudo, y Silva se lamentó por la mala fortuna. Se salvaron los 'Diablos Rojos' con ese peligroso ataque.
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Sin embargo, apenas cinco minutos después, a los 13, en un tiro de esquina, el defensor Vincent Kompany peinó a primer palo el esférico y lo que desencadenó fue inesperado.
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El desvío de balón fue tan súbito que impactó en el cuerpo de Fernandinho que a su vez le desvió la trayectoria al portero brasileño Alisson, y terminó anotando un autogol. Se iba adelante Bélgica.
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A quemarropa el desvío, no hubo absolutamente nada que Alisson pudiera hacer más que ver con drama e impotencia cómo el balón se incrustaba en la red.
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Kompany festeja porque ayudó sobremanera a que, a como diera lugar, su equipo se pusiera adelante en el marcador. Contra todo pronóstico, Bélgica superaba temprano en el juego a su potente rival.
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Brasil se volcó con todo al ataque para intentar empatar el cotejo, pero Bélgica se previno y estaba lista para los contragolpes. Lukaku condujo el balón cerca de 50 metros sin que fuera detenido.
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Habilitó a Kevin De Bruyne (7) con un pase filtrado, éste avanzó unos metros y ante una marca floja, jaló del gatillo y sacó un potente zapatazo de pierna derecha para batir a Alisson y poner el 2-0.
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De Bruyne con su colocado y potente disparo le dejaba caer una cubeta de agua helada en la espalda a la Canarinha. Se quedaron atónitos sus integrantes y con el gran enojo de su técnico, Tite.
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Con ese déficit, Brasil salió desde el primer segundo a buscar acercarse en el marcador. Aquí vemos a Courtois estirándose para sacar un tiro de Grabiel Jesús (9) al minuto 54.
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Brasil ya con el cuchillo entre los dientes estaba decidido a cambiar ese 2-0 en contra. Aquí se ve a Kompany barriéndose desesperadamente para tapar el tiro del recién ingresado Renato Augusto (8).
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Coutinho envió un centro por el lado izquierdo del campo, llevaba efecto y la defensa belga parpadeó. Se levantó Renato Augusto e hizo contacto con el esférico, con la testa.
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Dejó congelado a Courtois ese remate con la cabeza por parte del integrante del Beijing Sinobo para darle esperanzas a la Canarinha y a sus desesperados fanáticos en las tribunas. Marcó el 1-2.
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El veterano mediocampista de 31 años y quien milita en el balompié de China agradeció hasta el cielo la oportunidad de poner de nuevo en combate a su selección.
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No queda la menor de las dudas. Brasil se gastó los 14 minutos restantes y los 5 de añadido para intentar a toda costa anotar el 2-2, más con corazón que cerebro, pero no alcanzó.
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Bélgica regresaba a unas semifinales tras 32 años de ausencia en la ronda de los cuatro mejores y esta vez el rival no era poca cosa, una selección como la brasileña con hambre de un título.
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Las prácitcas cuestionables de Neymar a lo largo del torneo, que desesperaron a sus rivales, no sirvieron con el árbitro y el rival en turno, y Brasil encalló de nuevo cuando era un gran favorito.
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