Diego A. Pinzón | Enviado especial
Estos seis aficionados desafían la prohibición de exhibir la bandera del orgullo LGBTI en Rusia
En Rusia es prohibido exponer en público cualquier demostración de orgullo homosexual, como la bandera del arcoíris.
SAN PETERSBURGO, Rusia - Si uno los ve por separado caminando en las calles de Rusia, son como cualquier otro aficionado que vino a apoyar a su selección en la Copa del Mundo. Pero cuando se juntan, lanzan un poderoso mensaje en apoyo a la comunidad LGBTI en el país donde existe una ley que prohíbe demostraciones homosexuales en público.
La ley que entró en vigencia en 2013 fue aprobada por la Asamblea Federal de Rusia y firmada por el presidente Vladimir Putin, prohibe con multas e incluso cárcel la promoción de las relaciones homosexuales, y entre otras cosas, el despliegue en público de la bandera del arcoíris que representa a la comunidad LGBTI. Por eso, seis activistas de diferentes países se dieron a la tarea de desafiar dicha norma aprovechando que los ojos del mundo están puestos en Rusia durante el Mundial.
La iniciativa The Hidden Flag (la bandera escondida) fue lanzada por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales de España (FELGTB), y consiste en unir a seis personas que visten una de las playeras de su selección formando en conjunto la bandera del arcoíris.
"Hacerse visible siempre es un riesgo, pero hacerlo con miles de aficionados y aficionadas del Mundial y la prensa delante, es lo que nos motivó a llevar a cabo la original protesta", señaló Uge Sangil, presidente de la FELGTB en un comunicado publicado el viernes pasado titulado 'El arcoíris que regatea a la legislación rusa: Amor 1 - Rusia 0'.
Los seis activistas son de España, Países Bajos, Brasil, México, Argentina y Colombia, y los colores de las camisetas que utilizan forman perfectamente la bandera del arcoíris. Juntos caminaron por varias calles de Moscú, tomándose fotografías en sitios históricos de Rusia e incluso cerca de policías rusos.
“Rumbo al aeropuerto iba muy nervioso. Mi familia y mi marido estaban preocupados, pero es un proyecto emocionante", señala en el sitio web de la iniciativa Guillermo León, un mexicano que vive con su pareja en Barcelona. "Buscamos lanzar un mensaje de empatía hacia los homosexuales que están ahí, que viven con miedo y que no pueden mostrar quienes son en todo momento".
Por su parte, el colombiano y residente en París, Mateo Fernández Gómez dice: “No sabía qué podía pasar y eso me asustaba muchísimo. No me imagino cómo será para la comunidad LGTBI rusa. Donde vivo he tenido el espacio para ser quien he querido ser, por eso quise venir a manifestarme en lugares donde no lo tienen".
La iniciativa inició el 28 de junio, el último día de la fase de grupos del Mundial, y que coincidió con el día oficial del Orgullo LGBTI.