Diego A. Pinzón | Enviado especial
Familiares de los jugadores de Bélgica viajaron a última hora para el partido ante Francia
Los padres de Vincent Kompany y Axel Witsel abordaron un avión en la mañana del martes desde Bruselas para asistir al encuentro de semifinales en San Petersburgo.
SAN PETERSBURGO, Rusia - El lunes San Petersburgo estaba desolada, con unos cuantos aficionados de Francia y Bélgica, que jugarán en esta ciudad su pase a la gran final de la Copa del Mundo.
La soledad en las calles quizás se explique en que tan solo en la mañana del martes una gran cantidad de seguidores, incluyendo familiares de los jugadores belgas, comenzaron a llegar a la segunda ciudad más importante de Rusia. A pocas horas de que comience el partido, los padres de Vincent Kompany y Axel Witsel abordaron junto a un grupo de fans un avión desde Bruselas hasta San Petersburgo.
Brussels Airlines dispuso dos aviones extra con ese destino para acomodar a más de 600 aficionados que irán a apoyar al equipo.
"Vincent está con el mejor ánimo, el mismo en el que está todo el equipo. Está viviendo algo que siempre ha soñado, y realmente lo está viviendo", señaló el padre de Kompany, Pierre. "Está listo para este partido".
La madre de Axel Witsel está igual de optimista que los aficionados belgas.
"Que le pongan todas sus fuerzas, estamos con ellos apoyándolos hasta el final", señaló Sylvie Stas, madre del jugador. "Haremos mucho ruido y los apoyaremos hasta la final, que es lo que esperamos".
El encuentro entre Francia y Bélgica arrancará a las 9 pm hora local (2 pm ET), en el Saint Petersburg Stadium.