Mundial Rusia 2018
Historias de Mundiales: cuando Alemania tocó fondo y empezó una nueva fórmula de fútbol
La actuación del equipo en 1998, con una pobre presentación y un estilo desgastado, fue la respuesta a buscar un cambio, guiado al proyecto actual.
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Alemania, rival de México en Rusia 2018, tuvo una de sus peores versiones en Francia 1998, un Mundial cuya actuación en bajo nivel la llevó a tomar un giro sobre el estilo de su fútbol.
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Alemania se ha caracterizado por ser un equipo fuerte y durante la mayoría de su historia la potencia fue mucho más influyente que cualquier otra cualidad.
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En 1998, fue la cabeza del grupo F, donde comenzño su camino contra Estados Unidos.
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Al equipo estadounidense lo derrotó con facilidad por 2-0 en el arranque de ese certamen.
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El principio de Alemania con triunfo cómodo poco dejaba ver la posibilidad de una crisis, a pesar de un desgaste que se notaba.
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El segundo partido fue sin duda un mensaje para Alemania, contra una Yugoslavia cuyo fútbol tiene tintes de calidad que complican a cualquiera.
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Contra los yugoslavos, Alemanie no lució tan fuerte como en su partido inicial en 1998.
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La impotencia contra sus rivales se hizo presente, en un choque de estilos entre la fuerza alemana y la calidad yugoslava.
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Aún así, Alemania logró un empate 2-2 que le servía para ratificar su liderazgo en el grupo F.
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El último partido contra un débil debutante Irán tenía que ser de trámite para no solo asegurar su paso a octavos de final sino su ubicación como líder.
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Alemania no tuvo mayores inconvenientes con hacer sentir el peso de su tradición a sus rivales.
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La victoria 2-0 contra Irán dejó como líder a Alemania, que parecía muy lejos de estar en problemas.
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La confianza alemana fue evidente en sus hinchas, aunque en la cancha era claro que su estilo no respondía a la jerarquía y que pesaba más por el empuje y motivación de su historia.
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Contra México en octavos de final, Alemania empezó a mostrar su debilidades, incluso contra un equipo que en el papel no tiene esa misma tradición histórica.
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De hecho, México comenzó arriba en el marcador con tanto al minuto dos del segundo tiempo de Luis Hernández. El gol del 'Pájaro' era una sorpresa en la serie.
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Alemania respondió con su maquinaria pesada gracias a un gol al minuto 29 del segundo tiempo de Jurgen Klinsmann para el 1-1.
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Al minut 41 del segundo tiempo, Alemania remontó 2-1 contra México, en un partido en el que quedó en evidencia que apeló más a su orgullo que a su dominio.
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Alemania buscó repetir la historia contra Croacia, un debutante al que quería pasarle por encima apoyado en su tradición.
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Croacia, que venía de eliminar en octavos de Rumania, aguantó la embestida y respondió para imponerse 3-0, en un resultado sorpresivo.
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Alemania lució desconocido en los cuartos de final, etapa en la que quedaba eliminado por segunda vez consecutiva, un duro golpe.
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El dominio de Croacia lo llevó a ser tercero del mundo en Francia 1998, pero el triunfo contra Alemania fue golpe en el corazón para los germanos.
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La impotencia de esa eliminación llevó no solo a que Alemania pensara en un cambio generacional sino en replantear su estilo a uno que le diera prioridad a la técnica y talento.
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Fue así como el fracaso de Alemania en Francia 1998 le abrió el camino a un nuevo proyecto y estilo que ha consolidado a la selección actual, que es un ejemplo y será rival de México en Rusia 2018.
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