MOSCÚ, Rusia.- Con apenas 19 años de edad, Deyna Castellanos es un fenómeno del fútbol femenino.
Los orígenes de Deyna Castellanos, embajadora del fútbol femenino en Rusia 2018
La estrella venezolana Deyna Castellanos fue elegida por FIFA para representar al fútbol femenino en la Copa del Mundo para varones de Rusia.
Su irrupción en el Mundial Sub 17 de Costa Rica en 2014, donde ganó la Bota de Oro, y la confirmación de su nivel dos años después en Jordania, torneos en los que además guió a Venezuela al cuarto lugar, la catapultaron como uno de los valores del balompié.
Por eso la FIFA la eligió para ser la primera embajadora del fútbol femenino en una Copa del Mundo de varones, un honor que le ha permitido codearse con leyendas como Iker Casillas, Paolo Maldini, Didier Drogba, Diego Milito y Carles Puyol, entre otros, además de convivir con aficionados en los estadios.
Pero el sueño de ser parte de la fiesta del fútbol mundial fue precedido por un camino complicado por prejuicios sociales.
Sus inicios en el fútbol no fueron sencillos. En su natal Venezuela, desde su infancia, tuvo que romper paradigmas al prácticar el deporte con niños y solo con su nivel y logros internacionales pudo ganarse el respeto del público que la veía jugar.
"Siempre fui muy inquieta, me ponía a patear la pelota de fútbol donde mi hermano estaba entrenando y un entrenador me vio, le dijo a mis padres que por qué no me metían, que yo era buena, se notaba que me gustaba, ellos me preguntaron y yo dije que sí", recuerda Deyna. " Yo jugué con hombres desde los cinco años y hasta los 16, entonces la parte más difícil era que desde las tribunas gritaban 'dale duro, que es un niño más, si está ahí es porque es un niño'."
" Ya se reconoce más (el fútbol femenino en Venezuela), ya no hay solamente academias de varones sino que también hay de niñas, que yo no lo tenía cuando empecé a jugar", reconoce la futbolista.
Desde hace dos años juega en la Universidad de Florida State, en donde se prepara para ser periodista de deportes. Reconoce que su paso por Estados Unidos ha sido más sencillo, pues ahí el fútbol femenino es algo que se ve de forma natural.
El organismo rector del fútbol lleva una campaña llamada "Di no al racismo" desde tiempo atrás y para Deyna sería ideal replicar una para la equidad de género. La brecha salarial y de premios es tan real, que mientras la selección campeona mundial femenina recibe premios por 2 millones de dólares, su par varonil de Rusia 2017 recibirá esa cifra multiplicada 19 veces.
"Di no al machismo" podría ser la siguiente campaña de FIFA. Habrá que esperar para saber si será materializada.