Pantallas gigantes hasta en las cárceles de Bélgica para el duelo ante Brasil

La efervescencia es tal en el país que las pantallas podrían extenderse al estadio Rey Balduino de Bruselas en caso de llegar a la Final

Por:

TUDN

La expectación en Bélgica de cara a la eliminatoria de cuartos de final del Mundial llega a tal punto que se han instalado pantallas gigantes hasta en las cárceles para seguir el duelo ante Brasil, por lo menos así lo ha informado el centro penitenciario de Marche-en-Famenne, en el sur del país, que permitirá a los reclusos seguir el cotejo en una sala en común con un pantalla con medidas de tres por dos metros.

Imagen ODD ANDERSEN/AFP/Getty Images

TOPSHOT - Belgium's forward Romelu Lukaku (2nd-L) celebrates his first goal, his team's second, with Belgium's forward Dries Mertens (R) and Belgium's forward Eden Hazard (L) during the Russia 2018 World Cup Group G football match between Belgium and Panama at the Fisht Stadium in Sochi on June 18, 2018. (Photo by Odd ANDERSEN / AFP) / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - NO MOBILE PUSH ALERTS/DOWNLOADS (Photo credit should read ODD ANDERSEN/AFP/Getty Images)

“Menos mal que en este período de huelgas hay fútbol”, comentó a la web Sudinfo el director de la cárcel de Lantin, Barc Brisy, quien celebra que los funcionarios de prisiones puedan tomarse un respiro durante los partidos de su selección en esa cárcel del este del país, en la que se pueden observar banderas con los colores negro, amarillo y rojo de la escuadra nacional belga.

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En la cárcel de Jamiloux, por su parte, la dirección del centro ha configurado horarios especiales de trabajo para que los trabajadores puedan seguir el partido contra Brasil. Sólo en Bruselas se espera que más de 20 mil personas sigan el partido en las tres pantallas gigantes instaladas en la Grand Place de la capital, según el diario La Capitale.

En Rostov Arena, en la ciudad de Rostov-on-Don, se enfrentaron las selecciones de Bélgica y de Japón, dirimiendo un boleto a los cuartos de final de la Copa del Mundo Rusia 2018.

El juego rápido empezó a tomar un rumbo que todos pansábamos: amplio dominio por parte de Bélgica, una de las favoritas para ganar el Mundial. En la imagen, al centro, Eden Hazard abriéndose paso.

Y no fue la única vez que el estelar jugador de ataque del Chelsea estuvo rodeado de defensores japoneses, aquí inclusive con triple escolta para impedirle hacer daño.

Romelu Lukaku (der), estelar delantero de los Red Devils de Bélgica y del Manchester United, bajo el asedio defensivo de Maya Yoshida (22), se le vio incómodo.

A sabiendas de la peligrosidad del portentoso delantero belga, no le permitieron recibir balones por lo alto, un tipo con excelente remate con la cabeza. Aquí Gen Shoji (3) con la intervención.

Japón tuvo un 44 por ciento de posesión de esférico en la primera parte y de los jugadores que trataron de tener la pelota en los pies fue Makoto Hasebe (14), aquí marcado por Dries Martins.

El experimentado defensa belga Vincent Kompany (4) haciendo malabares para impedir una sorpresa nipona en el primer medio, aquí con poca técnica pero cumpliendo su objetivo.

Una de las jugadas de mayor dramatismo para Japón en la primera parte: una llegada que erra Lukaku ante la desesperación de Eiji Kawashima, arquero nipón, y del defensa Yoshida.

Japón no tuvo tránsito fluido del balón en el primer tiempo. Uno de los más talentosos de Japón, Shinji Kagawa (10), pero la defensa de Axel Witsel (6) estuvo muy activo en la recuperación.

Tres minutos del segundo tiempo y Japón se fue adelante. Genki Haraguchi (8) sacó un zapatazo de derecha, cruzado que batió a Thibaut Courtois a los 48 minutos para sorprender a los belgas.

Contra todos los pronósticos Japón se adelantaba 1-0 en el marcador y el festejo no era para menos, sobre todo considerando que la primera mitad Bélgica fue superior.

Una sorpresa empezaba a cocinarse en Rostov Arena y los japoneses estaban plenamente conscientes de ello, le habían dado un severo golpe a los poderosos belgas.

A los 52 minutos lo impensable: Japón se adelantaba 2-0 en el marcador. Un cañonazo de larga distancia por parte de Takashi Inui, sorprendió a la defensa y al arquero belga para separarse otro poco.

El gol no solo fue importante por poner tierra de por medio ante los grandes favoritos belgas, sino porque también fue un golazo por parte del nuevo futbolista del Betis Balompié.

La sorpresa del Mundial estaba horneándose lentamente, los nipones, contra cualquier pronóstico estaban a minutos de escribir su nombre en la historia de las Copas del Mundo.

Sin embargo, la reacción belga vino pronto y de un modo inverosímil. A los 69 minutos el defensa Jan Vertonghen, al fondo en la imagen, quiso recentrar el esférico y acabó clareando a Kawashima.

No era ni remotamente un intento a gol pero el fortuito cabezazo del zaguero del Tottenham volvió a la vida a unos Diablos Rojos que parecía empezaban a encallar.

Y la debacle se vino para los japoneses quienes no supieron manejar la ventaja. A los 74 minutos, cinco después del gol, el recién ingresado de cambio, Marouane Fellaini (8) igualó los cartones.

El jugador de esponjada cabellera ensortijada y de casi dos metros de estatura, se levantó del piso cuan largo es para remachar con la cabeza el esférico y batir a Kawashima para el 2-2.

Lo injusto que a veces es el fútbol. Japón no quería conformarse con el 2-2 y tampoco quería irse al tiempo extra, eso indicaban sus acciones. Pero vino un contragolpe matador de Bélgica.

A los 90+4, ya en tiempo de reposición, un contragolpe mortal culminado por Nacer Chadli, mató las aspiraciones de los japoneses, al definir una carrera que ganaban por ventaja numérica,

El mediocampista del West Bromwich Albion le resultó como suplente todo un éxito al técnico español del representativo belga, Roberto Martínez, quien acertó al enviar al campo al héroe del partido.

La imagen lo decía todo. Bélgica logró superar el trago amargo de recuperarse de un déficit de dos goles en contra para cerrar con una remontada impresionante que los lleva a los cuartos de final.

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Imagen JEWEL SAMAD/AFP/Getty Images

En Rostov Arena, en la ciudad de Rostov-on-Don, se enfrentaron las selecciones de Bélgica y de Japón, dirimiendo un boleto a los cuartos de final de la Copa del Mundo Rusia 2018.

Tal es la expectación que el Gobierno ha anunciado que si Bélgica llega a la final del próximo día 15 de julio se instalará una pantalla gigante para ver el partido en el Estadio Rey Balduino de Bruselas, donde habitualmente juega la selección como local.

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