El rostro de los aficionados en el estadio de San Petersburgo lo decía todo, estaban desesperados, pedían más ahínco, vehemencia y garra de sus escuadras, los silbidos eran unánimes hasta que, cuando el partido estaba a punto de expirar, Aziz Bouhaddouz de Marruecos metió un gol en propia puerta al 95', el primero del Mundial, para darle el triunfo de 1-0 a una escuadra de Irán que tenía 20 años de no ganar en una Copa del Mundo.
Primer autogol del Mundial le da victoria a Irán ante Marruecos
Una anotación de Aziz Bouhaddouz en propia puerta la da la histórica victoria al cuadro iraní
Con la victoria, el conjunto asiático terminó también con una racha negativa continental, ya que los equipos de su confederación habían sumado 16 partidos sin ganar en un Mundial tras sumar cuatro empates y 12 descalabros. Hay que remontarse al Japón 3-1 Dinamarca en Sudáfrica 2010 para rememorar algún éxito de la zona.
La posesión del esférico a lo largo del encuentro corrió a favor del conjunto africano con un 64 por ciento, intentaron vulnerar el arco rival a través de jugadas por los costados y disparos de media distancia, pero los iraníes lograron contener cada uno de sus embates, hasta que nivelaron fuerzas y el cotejo se tornó denso, de escasas oportunidades, con el conformismo que da iniciar la justa con un punto en el bolsillo.
Entonces llegó la jugada que cambió el partido casi cuando expiraba. Centro de Irán por derecha en los linderos del área, Aziz Bouhaddouz cabeceó en dirección a su portería, se vio falto de técnica, poco atingente para resolver la encomienda que se le presentó para condenar a su escuadra a iniciar con el pie izquierdo, más cuando España y Portugal son los favoritos para avanzar en el grupo. Una auténtica desgracia para los suyos.