Lo bueno para España es que su grupo le ha dado para sobre la marcha lavar sus errores y seguir avanzando. Como ya ocurrió ante Portugal, debió venir de atrás y recomponerse para igualar a dos goles con Marruecos.
VAR, drama y empate para España que enfrentará a Rusia en los octavos de final
El conjunto español debió venir de atrás, por sendos errores defensivos, para igualar el partido de último minuto gracias a un golazo de Iago Aspas.
Ahora fue con la ayuda del VAR y de ultimo minuto con un golazo de Iago Aspas. El drama, al igual que los errores, le acompaña como si fuera un culebrón de alta audiencia con finales cardiacos.
Lo malo es que el plazo error-acierto no será igual ante Rusia, el local, su rival -gracias a sus dos empates y un triunfo en el Grupo B- en los octavos de final.
España ha corrido con suerte y ha tenido una primera fase apenas a la medida de sus posibilidades, los rivales le han dado para puntuar pese a sus carencias y así, seguir avanzando, incluso como líder de su sector.
La Roja no está fina en ninguna línea; ni futbolística ni mentalmente. Lo mismo falla en la defensa que en las zonas de definición. Con un Sergio Ramos titubeante ante los africanos debió hacer malabares, magia y anexas para igualar.
Porque el juego no cobraba color a los 19 minutos cuando entre Iniesta y Ramos dejaron pasar al balón y a Boutaib atrás de su mediocampo. El espigado jugador marroquí enfrentó a De Gea y España, en medio de la confusión ya perdía el encuentro.
Pero si Ramos se mira confundido, Piqué está a una velocidad de más. Pero en aquel caos defensivo, el medio campo fue tirando el partido y fabricando chances de anotar. Se hizo de la bandera y fue tirando de ella.
Ahí estan Andrés Iniesta e Isco con su fútbol profundo y bello como vaqueros unidos a la puesta del sol para salvar la ocasión.
Y es que si España se ha dado un balazo en el pie a sí mi mismo, su 6 y su 22 la han sacado de las profundidades en las que se metió. Una triangulación entre ellos y Silva, igualó el encuentro a los 18'.
Sin embargo, La Roja está empeñada que en este Mundial las cosas no se le den facilmente. Le gustan los líos, incluso los tuvo antes de iniciar el Mundial con la partida de Julen Lopetegui.
Se va metiendo de problema en problema con Ramos como bandera. A los 20 minutos desde un saque de banda Marruecos volvió a llegar y ahora sí, De Gea, por fin, apareció.
Si atrás no está fina y marcha forzadamente adelante también le cuesta. Remates francos de cabeza de Piqué y Busquets, tan exactos en otros frentes, salieron a las manos de El Kajoui.
E incluso Diego Costa no pudo empujar a las redes otro gran balón de Iniesta hacia el final de la primera parte.
La segunda parte fue una calca de la primera, pero el ir y venir, el drama de ocasión, la acción se miró hacia el final del encuentro.
En-Nesyri a los 81 -con la marca ineficaz de Ramos encima- puso de cabeza el 2-1 impensable.
Pero España ha tenido la onza ofensiva para venir de atrás y pintarle la cara al destino, a su defensa, a todo el mundo con VAR en la mano incluido.
Al 90+1, Iago Aspas jaló el esférico de manera magistral y lo coló a las redes. El árbitro no lo validó de primera, pero recurrió al video y lo dio finalmente por bueno.
De un golpe, España igualó el partido y esquivó a Uruguay. La suerte va y viene del lado de La Roja. Su fútbol y su espíritu, incluso el alma de su afición, también.